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"Mamá, nuestro avión se cayó, estoy vivo", el mensaje de un pasajero del vuelo ruso

MOSCÚ (AFP).- La historia ya es comparada con lo ocurrido del Río Hudson en 2009, cuando un avión de pasajeros pilotados por dos estadounidenses tuvo inconvenientes en vuelo y consiguió aterrizar de emergencia sobre el agua y sin generar ni muertos ni heridos de gravedad.

Hoy un Airbus A321 de la aerolínea rusa Ural Airlines, con 226 pasajeros y 7 tripulantes a bordo, también aterrizó de emergencia, sin graves inconvenientes, sobre un campo de maíz luego de chocar con un grupo de pájaros.

Los pasajeros lo vivieron como un milagro. "Cuando me di cuenta de que estábamos cayendo, me convencí de que moriríamos y me eché a llorar", dijo un chico de 14 años, quien también contó que tras tocar tierra se comunicó con su madre y le contó: "Mamá, nuestro avión se cayó, estoy vivo".

Según lo publicado por RT, fueron muchos los que viajaban en ese vuelo y mostraron su agradecimiento a los pilotos, a los que tildaron de "héroes". "15/08/2019 es mi nuevo cumpleaños. Ganamos altura y nos precipitamos sobre el campo. El piloto simplemente salvó todas las vidas", indicó uno de ellos. "No estoy menos agradecido a los pilotos que a Dios", escribió otro en redes sociales.

El gobierno de Rusia se alineó a ellos. Aplaudió a los "heroicos" y los felicitó por su accionar. "Felicitamos a los pilotos, son héroes que han salvado vidas y consiguieron aterrizar el avión", aseguró a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

De acuerdo con el Ministerio de Sanidad, solo 23 personas, entre ellas nueve niños, resultaron heridas y recibieron atención médica. A 22 de ellas les dieron el alta tras ser atendidas y una mujer de 69 años fue ingresada en un hospital.

Los pilotos

Los nuevos héroes del país se llaman Damir Yusúpov y Gueorgui Murzín. El primero de ellos nació en Ekaterimburgo, tiene 41 años y desde chico quiso volar. Lo llevaba en los genes. Su padre era el capitán de un helicóptero Mi-8. Sin embargo, su primer intento por entrar a la escuela de pilotos fue fallido y por un tiempo se rindió: se anotó en la universidad para estudiar derecho y siguió adelante.

Sin embargo su sueño fue más fuerte y la segunda, su vencida. Años después, a los 32, ingresó. Desde 2013, Yusúpov trabaja en Ural Airlines. Vuela en Rusia pero también hacia China, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Túnez o Egipto. En total, suma más de 3000 horas en el aire. Está casado y tiene dos hijos. A su mujer la conoció en un avión.

Murzín es el copiloto del milagro y tiene 23 años. Trabaja en la aerolínea desde el año pasado, meses después de egresar de la Universidad Estatal de Aviación Civil de San Petersburgo. Tras el aterrizaje forzoso, contó sobre lo sucedido: "Después del despegue, las aves impactaron contra los motores, el motor izquierdo se paró inmediatamente y la velocidad se volvió inestable. El segundo motor también se paró, el empuje no era suficiente y la altura disminuyó gradualmente".

El avión había despegado rumbo a Simféropol, principal ciudad de la península ucraniana de Crimea, anexada por Rusia en 2014. El aterrizaje de emergencia ocurrió "en un campo de maíz" situado a "una distancia de 1 km de la pista de despegue, sin el tren de aterrizaje", explicaron las autoridades en un comunicado.