Como si de una maldición se tratase, los campeones del mundo con España salen todos por la puerta de atrás

Todo el mundo se imagina que los ganadores de la Copa Mundial, principalmente los que tuvieron un papel protagónico para quedar campeones, deberían ser despedidos de su selección por todo lo alto, con todos los honores, jugando en un partido de despedida.

Pero este no es el caso de la selección de España, cuyos campeones no han podido ser mejor tratados, marchándose todos, sí todos, por la puerta de atrás.

No se sabe bien a qué viene tanta prisa por parte de los seleccionadores en buscar su relevo, dejándolos fuera de las convocatorias, si al final solo este grupo de hombres han sido los únicos que le han traído la gloria a España, ganando el Mundial de Sudáfrica 2010 y la Eurocopas 2008 y 2012.

Ahora le llegó el turno al nuevo seleccionador de España Luis de la Fuente, quien decidió no convocar a Sergio Ramos, el último de los campeones disponibles, no se sabe bien por qué. De un plumazo De la Fuente puso punto final a la gran carrera de Ramos con España, sin duda un mal comienzo para un seleccionador, solo a dirigido en las inferiores.

“Ha llegado la hora de decir adiós a la selección”, escribió Ramos en una sentida carta de despedida. “En la mañana de hoy he recibido la llamada del actual seleccionador, que me ha comunicado que no cuenta y que no va a contar conmigo, independientemente del nivel que pueda mostrar o de cómo continúe mi carrera deportiva”.

Pero Ramos no fue realmente el último de la generación que ganó el Mundial de 2010, sino otro Sergio, Busquets, quien se despidió de La Roja tras disputar su cuarto Mundial y terminar con 143 internacionalidades a sus 34 años, siendo el capitán, después de que Luis Enrique dejara a Ramos fuera del Mundial después de recuperarse de varias lesiones.

Busquets con la confianza minada, tras esta suerte de baile de entrenadores que sufre La Roja tras la salida de Del Bosque, puso sobre la meta su renuncia cuando todavía le quedaba junto a Ramos, de 36 años, hacer entrega del fuego sagrado a la nueva generación.

“Ser joven o menos joven no es una virtud o un defecto, es solo una característica temporal que no necesariamente está relacionada con el rendimiento o la capacidad”, se lamentó Ramos “Miro con admiración y envidia a Modric, a Messi, a Pepe… la esencia, la tradición, los valores, la meritocracia y la justicia en el fútbol”.

Pero el resto de jugadores de esa maravillosa selección campeona del mundo tampoco tuvieron mejor suerte, mencionando solo a los más destacados de los 23 jugadores.

Iker Casillas siendo menor, y mejor, jugó menos que el portero italiano Gigi Buffon que dejó la Azzurra en el 2018, mientras el español fue dejado fuera por el DT Julen Lopetegui para el Mundial 2018. Una vergüenza.

Carles Puyol se lesionó la rodilla en el 2012 y no pudo jugar la Eurocopa, pero a sus 34 años pudo seguir, pero nada; era más fácil quitarse del medio al mejor capitán que haya tenido la Roja como un juguete roto. Desde el banco habría transmitido más que el propio técnico.

Algo parecido pasó con Gerald Piqué, quien no aguantó la presión y dijo que dejaba la selección tras el Mundial de Rusia, nadie le detuvo, nadie le rindió un homenaje, algo parecido a Xabi Alonso en el 2014. Sin contar que nadie se acuerda del lateral izquierdo Joan Capdevila.

Xavi Hernández, el cerebro de la Roja, también dejó la selección después de no jugar el último partido del Mundial de Brasil 2014 y ya está, lo curioso es que todavía siguió siendo útil en el Barça.

Su compañero de fórmula, Andrés Iniesta, se marchó tras el Mundial de 2018, tras ser suplente en el último encuentro. Cinco años después todavía juega en el Vissel Kobe japonés.

La historia de David Villa, el goleador español del Mundial 2010, es más triste. Tras el Mundial 2014 no fue convocado más hasta el 2017 que fue convocado para jugar contra Italia, jugando solo 5 minutos por una inoportuna lesión, nunca más fue llamado. Los otros vivieron historias similares, sin transición para transmitir su legado, sin ser convocados para jugar su partido de despedida.

Esta es la nueva lista de España, con mucha juventud, que tal vez se traduzca en mucho futuro, porque presente, poco.

Porteros: Kepa Arrizabalaga, Robert Sánchez, David Raya.

Defensas: Gayà, Alejandro Balde, Laporte, Iñigo Martínez, Nacho, David García, Pedro Porro y Dani Carvajal.

Centrocampistas: Rodri, Zubimendi, Gavi, Fabián Ruiz, Mikel Merino, Dani Ceballos y Pedri.

Delanteros: Morata, Dani Olmo, Nico Williams, Bryan Gil, Oyarzabal, Iago Aspas, Joselu y Gerard Moreno.

Por el bien de la Roja y sus millones de seguidores, el presidente de la Federación, Luis Rubiales, tiene que dejarse de dirigir a capricho y reflexionar sobre lo que es más conveniente a la selección, honrando a los campeones y eligiendo a entrenadores que respeten a los jugadores, de lo contrario el que sobra es él..

Ni Julen Lopetegui, ni Luis Enrique, ni Robert Moreno lo hicieron y el fracaso estaba asegurado. Esto no ha cambiado con Luis de la Fuente, quien nada más empezar apunta por el mismo camino.