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Malamud. "Guiñar a izquierda y doblar a la derecha es simbiótico del peronismo"

El politólogo Andrés Malamud participó del programa Comunidad de Negocios junto a José Del Rio, que se emite por LN+. Se refirió, con una mirada más holística, al debate sobre la dicotomía entre salud y economía en medio de la pandemia del Coronavirus "en una Argentina donde recién está empezando, que no logró aplanar la curva y que solo pudo postergar el pico".

"No es un problema lo que se está viviendo, sino un dilema que tiene dos respuestas que conocemos, pero que ninguna de las dos nos satisface: la cuarentena protege las vidas pero lastima la economía. Es como una manta corta, tapamos los pies o la cabeza", señaló.

Para el analista, la cuestión pasa por levantar la cuarentena de manera inteligente. "Lo más complicado es el cómo hacerlo, porque se requiere planificación, mucha experimentación y un montón de tecnología que la Argentina no dispone. La cuarentena se supone que era para conseguir esa tecnología y preparar a la población, educándola sobre cómo comportarse cuando se volvía a la calle", sentenció.

En cuanto al rol del presidente Alberto Fernández sostuvo que es el representante de un partido político que él no controla: "Es el presidente peronista, pero no el líder del peronismo y esto es una complicación".

En este sentido, para Malamud, es importante saber cómo se procesará esta situación de bicefalia en el transcurso de los tres años y medio que faltan de mandato. "Con un liderazgo que está en la vicepresidencia o en el Instituto Patria y con un presidente que tiene la representación institucional, pero no todo el poder, en la Argentina hace falta que el comando esté unificado", afirmó.

Con respecto a las declaraciones del Presidente, tratando de "ideas locas" a la iniciativa de la diputada del Frente de Todos, Fernanda Vallejos, para que el Estado se quede con parte de las grandes empresas a las que ayudó en la crisis, señaló que "esto de guiñar a la izquierda y doblar para derecha es algo perfectamente simbiótico con el peronismo".

"Enarbolar un discurso y ejercer otra práctica, eso es lo que está haciendo Fernández: aceptando el guiño porque no tiene fuerza para decir otra cosa, mientras tanto ejerce una política más pragmática", dijo en LN+.

En el análisis, describió que cuando asumió como Presidente creyó poder "sintetizar un equilibrio entre el peronismo territorial y el ideológico, conducido por Cristina Kirchner". "Pero ese equilibrio no se consiguió y el peronismo sigue desbalanceado. Será cuestión de saber si se mantendrá así o solo será durante la emergencia", remarcó.

En tanto, detalló que si bien en la Argentina la grieta es muy suave comparada con la de Brasil o Estados Unidos, donde "es solo un lomo de burro"; en los dos extremos del arco ideológico, "tanto los cristinistas furibundos como los macristas piensan que el otro tiene miedo de ir preso".

A raíz de la frase del actor y conductor Dady Brieva dirigida al Presidente sobre que "si vamos a ser Venezuela, seamos ahora", el politólogo resumió la situación difícil que atraviesa ese país que está llegando a los seis millones de refugiados. "Si alguien quiere ser Cuba, por lo menos lo entiendo porque allí hay un nivel de alfabetización, de salud pública y un orden político, pero lo de Venezuela es inimaginable", sentenció.

Por otra parte, habló del nuevo orden mundial y en alusión a que Donald Trump le declaró la guerra a las redes sociales dijo que "la lucha de Trump contra las redes es un contrasentido, porque él llegó a través de las redes".

"El mundo está yendo por un camino muy peligroso, anticientífico y muy violento donde la Argentina está lejísimos de ese mundo distópico. Es la primera vez en 70 años que Estados Unidos ni siquiera pretende ejercer el liderazgo ante una emergencia planetaria. El escenario más parecido a este vacío de poder fue tras la primera Guerra Mundial y de ahí surgió el nazismo", advirtió.

Además puntualizó que más allá de la emergencia por la pandemia hay que pensar en la cuestión estructural que atraviesa la provincia de Buenos Aires, que tiene una concentración geográfica y demográfica del 40% de los argentinos. "Los gobernadores que llegan a la provincia de Buenos Aires creen que pueden domarla y todos se van incendiados", aseguró.

Por último señaló que la gobernabilidad no está en peligro porque el Gobierno de Fernández llega fresco a la pandemia y busca garantizar la supervivencia de los sectores populares.