Maestra miró los mensajes de un pasajero vecino y descubrió a un posible depredador sexual

La maestra de prescolar abordó el avión de Southwest Airlines en Seattle pensando que se trataría de un vuelo normal hacia la cercana San Francisco. Pero el azar quiso que se convirtiera en testigo clave para impedir lo que las autoridades dicen habría sido un horrendo caso de abuso sexual infantil.

La joven educadora -de quien no ha sido revelado el nombre- se acomodó en su asiento para el viaje de unas dos horas, pero algo atrajo su atención de inmediato: en el asiento delantero, un hombre usaba un teléfono celular de gran pantalla, con letras desproporcionadamente grandes.

Aburrida, y desde luego, curiosa, a la maestra se le ocurrió prestar atención a los mensajes de su vecino, a través de los intersticios entre los asientos. Lo que descubrió le puso la piel de gallina: se trataban de mensajes de contenido sexual explícito, específicamente detallando abuso sexual a menores.

La mujer fue incluso capaz de tomar fotos de los mensajes y contactó a la tripulación del vuelo, que a su vez alertó a las autoridades en San José.

Al aterrizar, la policía estaba esperando a Michael Esta Kellar, de 56 años. Abordado por los agentes, les mostró los mensajes, pero dijo que eran sólo juegos de rol y fantasías sexuales, informó el diario Mercury News.

Al rastrear al destinatario de los mensajes, las autoridades descubrieron que se trataba de Gail Burnworth, de 50 años, quien se encontraba en su casa de Tacoma, pero algo más sorprendente: estaba a cargo de dos menores, de 5 y 7 años, quienes al parecer serían blanco de los ataques sexuales descritos por Kellar.

Burnworth era niñera y Kellar habría llegado a las víctimas a través de ella, según la investigación. El hombre asegura que conoció a la mujer a través de un sitio de citas amorosas.

Ambos sospechosos se encuentran tras las rejas. A Kellar la han acusado de intento de abuso de menores y solicitud de un delito sexual y Burnworth por violación de menores y explotación sexual de niños.

Los menores, de quienes no se conocen detalles, se encuentran a salvo.

En una conferencia de prensa el jueves, el sargento de policía de San José, Brian Spears, elogió la acción de la maestra.

“Me gustaría destacar que si no fuera porque esta pasajera en particular tomó medidas para alertar al personal y a la policía, ese suceso catastrófico habría sido horrible”, afirmó. “Ella es nuestra heroína.”