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Madre de soldado latino decapitado pide apoyo a comunidad para hacer justicia

Los Ángeles, 27 ene (EFE).- María Guadalupe Martínez, madre del soldado Enrique Román Martínez, que apareció decapitado en 2020, hizo este jueves un llamado a la comunidad para que la apoyen en la búsqueda de justicia por el asesinato del militar, que había salido a acampar con siete de sus compañeros cuando desapareció.

“Les pido a todos que me apoyen para que tenga justicia mi hijo, que no quede en un archivo más porque no hubo evidencia y no se encontró nada”, dijo en medio de lágrimas la mujer en una conferencia de prensa en Los Ángeles.

Martínez, que era miembro del grupo de paracaidistas de la base militar de Fort Bragg, desapareció después de la medianoche del 22 de mayo de 2020 durante el fin de semana en que se celebró el Día de Recordación, cuando acampaba cerca de Cape Lookout, en la costa de Carolina del Norte, junto a siete compañeros.

“Le pido a los siete supuestos amigos que hablen, que tengan un poco de piedad”, pidió la destrozada madre.

El Ejército solo logró encontrar parte de los restos del soldado el 29 de mayo de ese año en Shackleford Banks, cerca de donde desapareció.

La madre hispana relató el desasosiego que ha sentido en este tiempo por no tener la certeza de lo que pasó con su hijo. “Ni su cuerpo sé dónde está. Ya van a ser dos años y no sé qué pasó con mi hijo”, relató al dar a conocer escabrosos detalles de los restos encontrados del militar.

La mujer también exigió respuestas del Ejército de Estados Unidos, al que acusó de negligencia y de incumplir la promesa hecha cuando reclutó al hispano de responder por su seguridad.

El abogado de la familia, Dustin Collier, dijo que el caso está paralizado entre los expedientes del Ejército, y que espera que las acusaciones contra tres de los compañeros de Martínez -los soldados Alex R. Becerra, Annamarie L. Cochell y Samad A. Landrum- por dar falsas declaraciones en la investigación contribuyan a que se destinen más recursos a las pesquisas.

Ninguno de los tres militares, sin embargo, enfrenta cargos por el asesinato del soldado latino, al que le faltaban tres meses para regresar su casa en el sur de California.

La madre de Martínez dijo estar convencida de que los soldados son de alguna forma culpables de la muerte de su hijo, y puso en tela de juicio las intenciones del grupo al ir a acampar un fin de semana en que se pronosticaba lluvia.

Por su parte, Griselda Martínez, hermana del soldado, convocó a las familias de soldados en el país a que las apoyen en esta búsqueda de justicia. "Pudo ser cualquiera, necesitamos justicia", dijo.

La Liga de Ciudadanos Estadounidenses Latinos Unidos (LULAC) en California, y La Raza Unida, entre otras organizaciones del estado, se unieron al llamado para que se pida al Gobierno del presidente Joe Biden una investigación exhaustiva y más reformas al Código de Justicia Militar.

El Ejército ofrece una recompensa de 25.000 dólares a quien proporcione información válida "que lleve al arresto y condena de la(s) persona(s) responsable(s) por el homicidio" del soldado latino.

(c) Agencia EFE