Madre e hija se declaran no culpables de la muerte de una joven en Los Ángeles a la que inyectaron silicona
Una madre y su hija se declararon no culpables de la muerte de una joven de 26 años en un procedimiento cosmético en California.
Libby Adame, de 52 años y su hija Alicia Galaz, de 24, comparecieron el pasado martes ante un juez para responder de las acusaciones.
Las imputadas fueron arrestadas en octubre del 2019 bajo cargos de asesinato por la muerte de Karissa Rajpaul, además de tres delitos por practicar medicina sin las certificaciones necesarias.
De acuerdo al parte médico de la oficina del forense del condado de Los Ángeles, la víctima falleció debido a una disfunción cardiopulmonar e inyecciones de silicona intramusculares, reportó el diario New York Post.
Los Angeles Police Department Libby Adame y Alicia Galaz
La policía informó que el procedimiento para aumentar los glúteos al que Rajpaul se había sometido incluía inyecciones de una sustancia con silicona, la cual podría entrar al flujo sanguíneo, causar embolias y llevar a la muerte.
Según el reporte oficial, Rajpaul había logrando establecerse en Los Ángeles tras emigrar de Sudáfrica y buscaba destacar en la industria cinematográfica para adultos. En un intento por mejorar su físico, la joven decidió aumentar sus glúteos y acabó confiando en las acusadas.
Las mujeres, que promocionaban sus servicios a través de las redes sociales, abandonaron a Rajpaul cuando entre en crisis en medio del procedimiento tras llamar a la línea de emergencia. Cuando llegaron los paramédicos, la víctima se encontraba sin la ayuda de un profesional que la atendiera.
"Huyeron de la escena [del crimen] sin identificarse o informar a los paramédicos sobre el procedimiento cosmético, para que se pudieran iniciar los protocolos de emergencia apropiados. Como resultado, la víctima murió en un cuarto de emergencia atendida por los médicos que ignoraban [que había recibido] inyecciones de silicona", informó la policía a través de un comunicado.
Madre e hija están en libertad bajo fianza y deberán regresar ante el juez el próximo 3 de noviembre para determinar si hay suficientes pruebas para llevar el caso a juicio.