Madre denuncia que escuela permita incumplir el mandato de usar mascarilla mientras impone un código de vestimenta misógino

¿Se puede obligar a llevar o no cierta vestimenta pero no a portar un cubrebocas para proteger la salud?

En esa pregunta se enfoca el lúcido y lúdico alegato de una madre en relación con ciertas decisiones y reglas del distrito escolar al que asiste su hija.

La pandemia de covid-19 arrecia en Estados Unidos, mayormente impulsada por la muy infecciosa variante Delta del coronavirus. Aunque una parte significativa de la población ha sido ya vacunada, millones de estadounidenses no han recibido ninguna dosis y entre ellos la pandemia se está cebando, en una nueva oleada, con especial rigor.

Ante ello, y dado que no existe vacuna disponible para los menores de 12 años y que entre los adolescentes los índices de vacunación son bajos, se ha planteado que el uso de mascarillas sea obligatorio dentro de las escuelas para maestros, estudiantes y personal de apoyo en el año escolar que comienza.

Se trata, se indica, de una medida básica de sentido común para proteger la salud individual y pública, pero que ha enfrentado tenaz oposición de personas que rechazan la obligatoriedad del uso de mascarillas en escuelas y señalan que ello no debería ser un mandato sino una decisión de cada persona.

El rechazo a los mandatos de cobertura facial en las escuelas se da en muchos lugares de Estados Unidos, pero es en varios estados del sur del país -justo en donde los índices de vacunación son menores y la pandemia registra actualmente más casos- donde se ha expresado de modo más obstinado.

Tanto que en Chattanooga, Tennessee, una madre envió a las autoridades de las escuelas del Condado de Hamilton, donde estudia su hija, un mensaje luego de conocer la política de ese distrito escolar en relación a la pandemia y el uso de mascarillas en sus planteles educativos.

En esas escuelas, se entiende, se estableció que los padres de familia pueden decidir que sus hijos no acaten el mandato de uso de mascarillas, presuntamente para dar a estudiantes y sus padres la capacidad de decidir al respecto. La pertinencia o impertinencia de ello es debatible, pero la madre en cuestión decidió pasar a la ofensiva.

El usuario Mark Elliott difundió en Twitter el email que esa madre, cuya identidad no sea revelado, envió a las autoridades escolares de su localidad.

“Les escribo para solicitarles el formato para optar por no acatar el código de vestimenta de la escuela. Como madre de una estudiante de East Hamilton, encuentro que la política de vestimenta de la escuela es misógina y va en detrimento de la autoestima de las jóvenes. Antes que avergonzar a las jóvenes para que cubran sus hombros (y otras partes de su cuerpo), yo creo que debemos empoderar a nuestras estudiantes para que tengan control sobre sus cuerpos y usen la ropa que les sea confortable y contribuya a su habilidad de mejorar su experiencia de aprendizaje”, señala la madre.

Luego de criticar las restricciones a la ropa que pueden usar las estudiantes en esa escuela (los códigos escolares de vestido con frecuencia responden a nociones machistas y trasnochadas de que el cuerpo femenino debe ser ocultado por resultar vergonzoso o “fuente de tentación” para los varones), la autora del texto hace un singular contrapunto.

“A la luz de la opción para optar por no acatar el recientemente anunciado mandato de uso de mascarillas, yo solo puedo asumir que los padres ahora estamos en la posición de seleccionar las reglas a las que queremos que se sometan nuestros hijos. Como alguien con un fuerte compromiso con mis ideales feministas y mi deseo de criar a mi hija para que sea una mujer fuerte, empoderada y capaz de tomar sus propias decisiones, hallo que el código escolar de la escuela no se alinea con mi sistema de creencias”.

La autora de la carta se opone al código de vestido, pero ese texto también realiza entre líneas una crítica a la decisión de permitir darle la vuelta al mandato de uso de mascarillas en esa escuela mediante una opción para no someterse a él.

Al respecto, en el Daily Dot se comenta que si es posible ofrecer una opción para quedar fuera de ese mandato y no llevar mascarilla (que es una medida de salud pública) eso también facultaría a los padres de familia a decidir no acatar el código escolar de vestido.

“Por ello es mi intención optar por no acatar ese reglamento y enviar a mi hija a la escuela con blusas de tirantes, mallones, shorts cortos y cualquier cosa que ella se sienta cómoda de vestir en la escuela. Por favor tomen nota de que ella no se sujetará, bajo ninguna circunstancia, al código de vestido, ya que claramente he comunicado mi decisión de optar por no acatar esas reglas”, concluye la madre.

El tuit donde se difundió la citada carta se ha vuelto viral y ha sido ya visto unas 41,000 veces.

Ha de señalarse que, indicó el Daily Dot, en el website de las Escuelas del Condado Hamilton se explica que “la cobertura facial es indispensable” y se afirma que la mascarilla ha usarse “en todo momento, salvo que yo esté en un área bien ventilada, como en exteriores, y pueda mantener una distancia social segura de otras personas”.

Sea como sea, los argumentos de ciertas autoridades escolares de que no puede imponerse el uso de una mascarilla en las escuelas sufren mella cuando se considera que muchas de esas mismas autoridades sí creen que puede imponerse, por ejemplo, que las estudiantes lleven falda larga o blusas que les oculten los hombros.

La carta viral de la madre antes citada es un ejemplo de esa discusión. Al final, lo cierto es que el uso de mascarilla facial es un imperativo para frenar la pandemia y proteger la salud individual y pública.