La madre de una chica asesinada y la madre de su asesino, sorprendentemente unidas

Beth Greenfield
Escritora sénior

La historia de Madyson “Maddy” Jordan Middleton, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado por la policía en un contenedor después de haber estado desaparecida durante varias horas, es muy desagradable para todo el mundo, pero posiblemente lo sea aún más para quienes tengan hijos. La población donde ocurrieron los hechos, Santa Cruz, California, siempre ha estado muy unida. Los vecinos se esforzaron por descubrir qué le había sucedido, y se estremecieron cuando Adrian Jerry González, de quince años de edad, vecino y amigo de la chica, fue detenido el jueves como presunto autor de su violación y brutal asesinato.

Laura Jordan, madre de Maddy Middleton, asesinada a los ocho años, abraza a un amigo en el funeral de su hija. Ha afirmado que no culpa a la madre del presunto asesino, de quince años, Adrian Jerry González. (Foto: Connor Radnovich/San Francisco Chronicle/Polaris)

Ese día, la vida de las madres de ambos niños dio un giro. Pero, ahora, las dos encuentran alivio la una en la otra, ya que la madre de Maddy, Laura Jordan, ha dejado claro que no culpa a la madre del asesino, Reggie Factor, por las acciones de su hijo.

“La quiero mucho, y las dos perdimos a nuestros chicos aquel día. Esa es la trágica verdad”, dijo Jordan al San Francisco Chronicle. “No la culpo”.

Las dos familias viven en el mismo complejo residencial para artistas con pocos ingresos, el Tannery Arts Center. Las familias sostienen un lazo de amistad, razón por la que, según la policía, Maddy confió en González cuando supuestamente la invitó a subir a su apartamento la semana pasada.

Madison “Maddy” Jordan Middleton. (Foto: AP Images)

Jordan explicó al periódico que había visto a Factor llorar desconsoladamente por culpa de su “terrible” hijo en el funeral de Maddy, que tuvo lugar la semana pasada. Entonces, Jordan la abrazó y le dijo “Te quiero, no te culpo. No es tu culpa”. Incluso se plantea iniciar una campaña de colecta de fondos con el nombre del asesino de su hija, que tenía problemas de salud mental, para ayudar a los jóvenes con problemas similares a encontrar tratamiento.

La amable reacción de Jordan ha dejado sorprendidos a muchos. “Jordan es mejor persona que yo. Yo no creo que hubiera sido capaz de ser tan afectiva con la madre del monstruo que forzó y asesinó brutalmente a mi hija”, comentó alguien en la noticia publicada en el periódico San Francisco Chronicle. Otro comentarista decía “Es fascinante que Jordan reciba en sus brazos a la madre del asesino de su hija, y que no la trate con desprecio. No estoy seguro de haber hecho lo mismo, apenas puedo hacerme una idea de la mezcla de emociones, odio e incredulidad que debe sentir un padre cuando le arrebatan a su hijo de una forma tan horrible”.

Otro comentario señalaba: “Oh, qué regalo le hizo a Factor. Qué gran persona. En su momento más triste, su corazón sigue siendo tan grande como para consolar a los demás”.

Fue, sin duda, un gesto increíblemente generoso, de acuerdo con la psicóloga especializada en adolescentes Barbara Greenberg. “Es totalmente inusual”, le explicó a Yahoo Parenting. “Porque si crías a un chico de quince años que viola y asesina a una chica, los padres te atribuyen cierta responsabilidad. No me creo que todo suceda ‘de pronto’. El chico tiene que haber mostrado señales”. Y hubo muchas, según indica el informativo local, el cual retrató a González como un adolescente depresivo, con eventuales tendencias suicidas, que durante su infancia había tenido que enfrentarse al divorcio de sus padres, a la falta de dinero o de vivienda de forma habitual y a situaciones de abuso.

Adrian Jerry González, de quince años, mientras le leían sus cargos. (Foto: AP Images)

Greenberg añade, “las dos perdieron a sus niños aquel día, así que no la culpo”. Sin embargo, duda de que Jordan vaya a sentir lo mismo hacia Factor en los próximos días y meses. “Uno pasa por distintas fases en un luto, y ella está cerrando esto demasiado rápido, posiblemente porque está devastada y sigue en estado de shock. No obstante, si a ella le funciona está bien”.

El psicólogo Fred Luskin, autor de Forgive for Good y director de los Stanford Forgiveness Projects, le comentó a Yahoo Parenting que los sentimientos de Jordan hacia la madre de González no le sorprenden. “Acaba de vivir un trauma personal grave”, dice. “Está buscando apoyo y comprensión, y ¿quién podría entenderla mejor que alguien que ha visto cómo su vida se desmoronaba a raíz de la misma tragedia? Encontró a alguien que sufría un dolor igual de intenso, una persona que también podía verse interpelada por la crudeza de la situación”.

Coronas de flores en un homenaje improvisado a Maddy. (Foto: AP Images)

Luskin indica que, por supuesto, no todo el mundo que se encuentre en el lugar de Jordan vería las cosas de la misma manera, ya que algunas personas actúan de una forma más “tribal” y sostienen una especie de lealtad familiar basada en el “nosotros contra ellos”. Pero el adolescente González, dice, “no tiene por qué parecerse en absoluto a los padres. Por ello, meterla en el mismo saco que a su hijo es un error, de alguna forma”. Sin embargo, al referirse de lo que sería normal en nuestra sociedad, Luskin señala que, como vivimos en “una cultura bastante hostil, tendemos a actuar de forma tribal. Pero eso no es siempre así, no es algo universal”, indica, la actitud de Jordan es prueba de ello. Esta mujer está haciendo del mundo un lugar un poco mejor al no agravar el sufrimiento de la otra madre”.

David Kessler, de Grief.com, experto en situaciones de luto y coautor, junto con Elisabeth Kübler-Ross, de Grief and Grieving, está de acuerdo con que los sentimientos de Jordan son poco habituales. “Me gustaría que sucediera con más frecuencia”, comentó a Yahoo Parenting. “Los padres a veces tienen la capacidad de darse cuenta de que no son responsables de todo lo que hacen los hijos”. Él, como Greenberg, opina que no le sorprendería si finalmente Jordan manifiesta su enfado, porque el perdón, como el luto, es un proceso.

Kessler añade que “si puedes vincularte de humano a humano como ella hizo, de madre a madre, ese es un camino para el perdón”. Y eso es crucial en el luto, que es un proceso en el que a menudo una persona puede sentirse aislada. “Pero ella estará siempre conectada con esta otra madre”, dice, “y eso puede ser un alivio sorprendente”.