Una madre camarera recibió una propina de $1.000 por una cuenta de $29

Jennifer O'Neill
Escritora

Gracias a los $1.000 que dos desconocidos le dieron a Kari VanArdoy, una camarera que trabaja en el restaurante WingHouse, en Largo, Florida, esta madre soltera “pudo firmar el contrato de alquiler para un apartamento nuevo”, dijo su gerente a Yahoo Parenting. (Foto: ABC, Bay News 9)

Kari VanArdoy jura que no suele tener buena suerte. Pero la fortuna encontró a esta camarera de Florida el miércoles, encarnada en una generosa pareja que, espontáneamente, decidió dejarle una propina de más del 3.400% de su cuenta, en el WingHouse de Largo.

“Primero pensé que eran $10, que ya habría sido una buena propina para esa cuenta”, le dijo a WFTS la madre de un pequeño de 2 años refiriéndose al total de $29 que habían consumido los clientes. “Pero en realidad tenía dos ceros adicionales”. Así es: la pareja anónima le dejó a la joven de 22 años una propina de $1.000 por una cuenta que solo sumaba unas alitas de pollo, queso azul y refrescos.

(Foto: ABC, Bay News 9)

“Casi se echa a llorar en medio del restaurante”, le dijo a Yahoo Parenting Lisa Lee, gerente de WingHouse. Esta madre soltera ha estado sirviendo mesas en ese restaurante durante los últimos cinco años, mientras estudia en la universidad. “Trabaja muy duro, va a la escuela y se ocupa de su hijo. Le va bien, pero esto significa mucho para ella”.

De hecho, VanArdoy ha mantenido dos empleos para poder ahorrar y mudarse del estudio en el que vivía a un apartamento de un dormitorio, con su niño y su novio. Este golpe de suerte que llega de la mano de dos desconocidos, a los que VanArdoy nunca había visto, marcó la diferencia. “Al día siguiente pudo firmar el contrato de alquiler del apartamento nuevo”, dice Lee.

(Foto: ABC, Bay News 9)

¿Qué motivó a dos desconocidos a ser tan generosos con VanArdoy? Se tomaron tiempo para conocerla, comentó el jefe de VanArdoy a ABC News. “La pareja se mostró muy curiosa y terminaron descubriendo algunas cosas de su vida”, dijo David Eschenfelder, director general de WingHouse. “Solo era una pareja normal que quería hacerla feliz. Ya no se encuentran personas así. La bondad de sus corazones fue lo que les motivó”.

Tan pronto como VanArdoy vio la propina, abrazó muy fuerte a los desconocidos y conversó un rato más con la mujer. “Yo no hice nada por ellos, solo fue un acto adorable”, dice VanArdoy. En el futuro podría llegar otra ayuda especial… La madre reveló: “Ella me dijo que era mi ángel de la guarda, por si volvía a necesitar algo”.