Mi madre

Un abrazo a las madres en su día
Un abrazo a las madres en su día

Mi madre fue una madre ejemplar, descendiente de franceses y un abuelo uruguayo qué influyó en su vida de joven. Se casó con la persona indicada, mi padre. Eran iguales en todo y se conocieron de casualidad. Es decir que el mensaje qué recibíamos era el mismo de ambos.

Ella fue ejemplar como madre y esposa. No tengo ningún recuerdo feo, al contrario, era puro cariño y amor hacia nosotros y a que la familia fuera familia. Tenía una fortaleza espiritual impresionante y trabajada permanentemente por su fe y amor a Dios.

Nos hicimos íntimas amigas en sus últimos años y nos contamos todas esas cosas que durante el transcurso de la vida no suelen contarse a una madre.

Y ella me relató tantas cosas de su familia que poco conocíamos. Pero nunca perdió esa línea, ese mensaje y esa fortaleza espiritual que tanto la caracterizó. Siempre estuvo apoyada en todo por un gran persona como mi papá.

Sin duda Dios lo unió y ella me enseñó qué sí existe el amor eterno. Se fueron y ahora están juntos en ese mundo desconocido para nosotros los católicos, pero que ella sabía que iba a ser el punto de reencuentro con mi padre.

Fue una persona alegre, sociable, educada, de mucha fe y amor por su familia y por el ser humano. Y eso fue lo que nos enseñó y transmitió. Agradezco a Dios haberla tenido.