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La música emergente se consolida en Colombia tras dos años confinada

Briceño (Colombia), 29 mar (EFE).- Después de dos años confinados, los artistas emergentes colombianos demuestran que han llegado a la escena musical para quedarse, con más ganas que nunca de demostrar su versatilidad y originalidad que van de la mano de las ganas del público de volver a cantar y bailar.

Volver a los escenarios tras dos años de pandemia "es un momento muy especial, muy mágico, es como un sueño hecho realidad", contó a Efe Lucille Dupin, que asegura que estaba "soñando este momento mucho tiempo", por lo que en su actuación le "sacó el jugo".

Una sensación similar les ocurrió a la banda Urdaneta, cuyo líder, Antonio Urdaneta, asegura que aunque es "un poco extraño ver a todo el mundo sin mascarilla, aunque definitivamente se siente bien, se siente que todo el mundo esté interesado en esta reactivación después de la pesadilla de dos años".

Ambos artistas se presentaron por primera vez en el festival Estéreo Picnic que se llenó de pop, rock, indie y folclore en la capital colombiana, demostrando que la música en Colombia va más allá del popular reguetón.

PANORAMA COLOMBIANO

Colombia "se ha destacado por sacar cosas mainstream en la última década", como Morat, Shakira o Juanes, pero el panorama musical emergente "se ve muy bien porque hay muchos jóvenes levantando un instrumento y tocando con una personalidad propia", celebra Urdaneta.

"Se están creando muchas cosas muy nuevas y muchos sonidos muy interesantes en Colombia”, agrega.

Además, según explica Dupin, "desde hace unos cuatro o cinco años viene un movimiento de mujeres en la música, todas desde posturas diferentes, con proyectos diferentes, con voces diferentes, abriendo una multiplicidad de voces y ampliando los horizontes".

Una corriente en la que las mujeres han ido reclamando su puesto en el panorama musical colombiano, en el que durante años habían quedado en un segundo plano.

"Independientemente de las posturas de cada una, lo importante es que somos mujeres y que estamos aquí", señala Dupin, cuyo verdadero nombre es Lucía Agudelo y tomó su nombre artístico de la novelista y periodista francesa Amantine Aurore Lucile Dupin, también conocida por su pseudónimo George Sand.

GÉNEROS DIVERSOS

Precisamente Urdaneta y Dupin representan dos de los estilos musicales que han florecido: el rock mezclado con psicodelia y el pop "brujístico y feminista".

Y el público apoya esta diversidad de géneros, explica Urdaneta, que relata cómo unas 200 personas asistieron a su presentación.

"Eso en una edición de hace dos o tres años no pasaba (...) Yo creo que ese es el camino que hay que tomar y es la única forma en la que viendo cómo va a funcionar el mundo de ahora en adelante: divertirnos y pasarla bien", agrega en referencia a que cada vez es mayor el interés en la música autóctona.

En el caso de Dupin, ella se considera a sí misma una "bruja feminista", además de sobreviviente, y en su proyecto "convergen todos estos conceptos y todos estos elementos hilan una historia".

"El universo de Lucille es un lugar mágico, donde los sueños son la realidad, en donde las mujeres tenemos otra vez nuestro poder, nuestro contacto con nuestra mujer salvaje que llevamos adentro con nuestra magia, que sana, que nos sana nosotras y sana las demás", relata la artista bogotana.

Bajo nuevos parámetros, la música sigue floreciendo y brotando en un mundo postpandemia que tiene más ganas de divertirse que nunca.

(c) Agencia EFE