México | El mortífero huracán Otis obliga al Gobierno a ayudar con 600 millones de dólares
Infierno en el paraíso. El paso del huracán Otis por Acapulco ha dejado decenas de muertos y un paisaje apocalíptico que en nada se parece a las clásicas postales de sol y playa a las que nos tiene acostumbrados esta ciudad turística mexicana. Las autoridades están desbordadas. Edificios destrozados, playas llenas de escombros, árboles arrancados de cuajo... Nadie recuerda algo así. Ni los habitantes ni los turistas.
José David Mendoza Rodríguez, tiene un restaurante en Acapulco y señala: "Pues es un caos total. Es indescriptible, no tengo palabras para expresar lo que veo. Nunca en mi vida había visto algo así. Acapulco está destruido. Carreteras, agua, electricidad, si ves la playa, es un basurero".
José Luis Flores es un turista que ha ido a pasar unos días y apunta: "Fue realmente una tragedia para nosotros. Nunca imaginamos que estaríamos en medio de esta situación. Teníamos ganas de venir a Acapulco desde hace dos semanas más o menos, llegamos aquí y en cuatro días se acabó todo."
Las autoridades están desbordadas. Otis pasó en pocas horas de ser una tormenta tropical a convertirse en un huracán de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, sorprendiendo a los expertos. Acapulco tiene un millón de habitantes y la mitad de ellos siguen sin suministro eléctrico. Las autoridades mexicanas declararon el estado de emergencia para hacer frente a la situación.