Líder tibetano exiliado: "Que China elija al Dalái es como que Fidel escoja al Papa"

Por Abhishek Madhukar DHARAMSALA, India (Reuters) - Que China elija al sucesor del Dalái Lama sería como si el expresidente cubano Fidel Castro nombrara al Papa, dijo el martes el líder político de los exiliados tibetanos, en respuesta a comentarios de un alto cargo del Gobierno chino. El gobernador del Tíbet designado por China acusó el lunes al líder espiritual tibetano de blasfemo por insinuar que no se reencarnará cuando muera. Este alto cargo, Padma Choling, reiteró que Pekín tiene el derecho a decidir. El budismo tibetano sostiene que el alma de un lama se reencarna en el cuerpo de un niño en el momento de su muerte. China dice que la tradición debe continuar y que debe aprobar el próximo Dalái Lama. "No es asunto de Padma Choling ni de nadie en el Partido Comunista, en gran parte porque el comunismo cree en el ateísmo y (considera) que la religión es un veneno", dijo el primer ministro del Gobierno exiliado, Lobsang Sangay, a Reuters. "Es como si Fidel Castro dijera 'Elegiré al próximo Papa y todos los católicos deben aceptarlo'. Eso es ridículo", agregó Sangay, quien reside en el poblado montañoso indio de Dharamsala, como el Dalái Lama. Las declaraciones de Sangay tuvieron lugar durante el aniversario del fallido levantamiento de 1959 contra el gobierno de Pekín, que llevó al Dalái Lama a huir a India, donde ha vivido desde entonces. En Nueva Delhi hubo una pelea entre tibetanos y la policía a las afueras de la embajada china durante una protesta por el aniversario. En un discurso previo, Sangay instó a China a permitir que los tibetanos gobiernen su región, pero negó las acusaciones de Pekín de que el Dalái Lama y el gobierno en el exilio eran "separatistas" que buscaban la independencia tibetana. Los enviados del Dalái están listos para dialogar con sus homólogos chinos en cualquier momento, añadió. Los exiliados temen que China pueda simplemente designar a su propio sucesor para el líder de 79 años. En 1995, después de que el Dalái Lama nombrara a un niño del Tíbet como la reencarnación del anterior Panchen Lama, la segunda figura del budismo tibetano, China colocó al niño bajo arresto domiciliario e instaló a otro en su lugar. La oficina privada del Dalái declinó realizar comentarios. En el pasado, el premio Nobel de la Paz dijo que el título podría terminar cuando él muera. También dijo que no se reencarnará en China si el Tíbet no es libre y que nadie, incluida China, tiene el derecho de elegir a su sucesor "con objetivos políticos". (Traducido por la mesa de Santiago de Chile. Editado por Tamara Fariñas Rivas.)