El hasta ahora presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, renunció a su cargo este domingo 10 de septiembre, también lo hizo a sus responsabilidades en la UEFA, como vicepresidente. La dimisión se da en medio del escándalo por el beso a la jugadora de fútbol Jenni Hermoso durante la celebración de la final del mundial femenino, que la deportista denuncia como no consensuado.

Rubiales presentó su renuncia mediante un comunicado que difundió en su cuenta de X, antiguo Twitter. En el documento afirmó haber transmitido a Pedro Rocha, presidente en funciones de la entidad, su dimisión.

"Tras la veloz suspensión realizada por la FIFA, más el resto de procedimientos abiertos contra mi persona, es evidente que no podré volver a mi cargo. Insistir en quedarme a la espera y aferrarme a ello no va a contribuir a nada positivo, ni a la Federación ni al fútbol español", indica el escrito.

Rubiales también ha sido suspendido por la FIFA de todas las actividades futbolísticas, mientras el órgano mundial del fútbol realiza una investigación sobre los hechos.

Junto al comunicado, publicó un mensaje en el que aseguraba que defendería su “inocencia”. También aseguró en el texto que hará "todo cuanto esté" en su "mano para que prevalezca" la verdad. "Mis hijas, mi familia y la gente que me quiere han sufrido los efectos de una persecución desmedida", sostuvo.

Su renuncia se da luego de semanas de escándalo surgido cuando el hasta ahora directivo de la RFEF le dió un beso a la jugadora de fútbol Jenni Hermoso durante la celebración por la victoria del mundial femenino a finales de agosto.

Denuncias de Hermoso, de la Fiscalía y un amplio rechazo en la sociedad española

Con Reuters y EFE

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