Los rostros de Julian Assange: ¿héroe o villano?

Julian Assange cuando era trasladado tras su arresto en Londres el 11 de abril de 2019, luego de que Ecuador revocó su asilo político.( Victoria Jones/PA via AP)
Julian Assange cuando era trasladado tras su arresto en Londres el 11 de abril de 2019, luego de que Ecuador revocó su asilo político.( Victoria Jones/PA via AP)

Para ser un desenterrador de secretos, la vida de Julian Assange es bastante complicada.

Atrás quedó la imagen del hombre espigado, de mirada penetrante, que acaparaba las primeras planas de las revistas hace una década. Es difícil reconocer a simple vista a Assange al ver las imágenes en las que es sacado a la fuerza de la embajada de Ecuador en Londres.

Seis funcionarios de Scotland Yard cargaron al activista australiano hasta el vehículo blindado que lo llevaría a una comisaría policial en el centro de Londres donde esperó hasta ser trasladado al Tribunal de Westminster que lo declaró culpable de haber violado su libertad condicional en 2012. Tiene 47 años pero parece un anciano.

Los siete años de aislamiento, falta de luz solar y de ejercicio físico han dejado su huella en este activista dedicado a sacar a la luz archivos secretos en WikiLeaks, que define como una organización multinacional de medios y una biblioteca asociada.

Sus problemas con la justicia comenzaron en 2010, cuando pasó un año bajo arresto domiciliario luego de que la fiscalía de Suecia solicitó su detención por dos denuncias de agresión sexual. Ese mismo año, WikiLeaks difundió un video estremecedor que mostraba a soldados estadounidenses disparando contra civiles iraquíes en una incursión armada en 2007 y miles de documentos clasificados sobre las guerras en Irak y Afganistán.

El presidente ecuatoriano Rafael Correa se solidarizó con Assange por su valor en revelar filtraciones militares que dejaban muy mal parado al gobierno estadounidense y le otorgó la nacionalidad ecuatoriana y asilo político para evitar su extradición a Suecia. Pero el motivo de peso para permanecer en la representación diplomática del país sudamericano era su temor de ser entregado a Estados Unidos por sus filtraciones de Wikileaks.

Ahora el actual presidente ecuatoriano, Lenin Moreno decidió retirar el asilo y ordenó a sus emisarios diplomáticos permitir la entrada de la policía para la detención del activista.

Lo que opina la gente

Para muchos seguidores, Assange es un héroe que decidió sacrificar su vida para revelar información que debería ser de dominio público. Para otros, no se trata más que de un hacker desadaptado con una infancia trágica que publica información sin contrastar para ganar reconocimiento y atención.

Otros piensan que muchas informaciones fueron valiosas y ayudaron a probar sospechas.

Las opiniones expresadas en la publicación web Dabate.org muestran las percepciones opuestas sobre el activista.

“No disparen al mensajero. Julian Assange no es un criminal, es un periodista que ha dado grandes pasos para revelar la verdad y mostrar al público lo que el gobierno de Estados Unidos ha hecho para proteger a su país. Simplemente revela información verdadera al público y eso es lo que hacen los periodistas. Assange es el único que ha revelado al mundo lo que los gobiernos hacen a puertas cerradas”.

“Julian Assange ha hecho más por asegurar que triunfe la democracia y la libertad que la mayoría de nosotros que recibimos un sueldo por trabajar para nuestro país. Julian Julian está dispuesto a sacrificar su libertad y ni siquiera es ciudadano estadounidense. El sacrificio que está haciendo es increíble y aunque no necesariamente estoy de acuerdo con todo lo que ha hecho y ha publicado, aprecio que alguien tenga la valentía de hacerlo”.

Otros usuarios de Debate.org opinan que Assange pasa la línea de lo delictivo.

“El roba o le regalan información robada. Y la publica tan cual. WikiLeaks publica información sin pensar en el daño que le puede ocasionar a a gente. Asssange es un narcisista. Cualquier cosa que publique en realidad es para él y para el poder que él imagina que tiene. Los temas que publicó durante la elección presidencial de Estados Unidos no eran sobre lo mala que era la señora Trump. Era sobre la necesidad de hacer sentir que aún sirve para algo”.