Los pensionistas franceses piden a Macron que no les baje el poder adquisitivo
Por Ingrid Melander
PARÍS (Reuters) - Miles de pensionistas franceses se manifestaron el jueves por las calles de París y otras ciudades en protesta por una subida de los impuestos, en un aviso al presidente Emmanuel Macron, cuya popularidad ha caído en distritos electorales clave.
La caída de los apoyos a Macron entre los jubilados fue un factor clave en la derrota que su partido sufrió en unas elecciones locales el mes pasado, apenas ocho meses después de acceder al cargo, subrayando los desafíos que afronta la formación que carece de una base electoral tradicional.
El descontento de los pensionistas es un tema delicado para el ex banquero de inversión: Francia tiene unos 15 millones de pensionistas que habitualmente votan en mayor porcentaje que el resto de la población.
"Ya nos han sangrado suficiente", dijo Mado Gurard, de 75 años, que votó por Macron en mayo pasado. "Los jubilados votamos. Tiene que escucharnos", añadió.
Tres de cada cuatro pensionistas votaron por Macron en la segunda ronda de las presidenciales de la primavera pasada. Un sondeo de Ifop este mes mostró que el apoyo a Macron había caído al 53 por ciento entre este colectivo.
Macron, que prometió hacer remontar la economía y limpiar la política, hizo campaña antes de las elecciones para aumentar la tasa de Cotización Social Generalizada (CSG), que ayuda a financiar los pagos de la seguridad social.
Sin embargo, muchos pensionistas se quejan de que les ha dañado un paquete de otras subidas fiscales, como la del diesel, y reducciones del sistema del estado del bienestar, incluidas ayudas a vivienda. Mientras, el Gobierno ha rechazado una tasa a los ricos y está recortando los impuestos corporativos, lo que ha llevado a acusaciones de sus rivales de que Macron es "el presidente de los ricos".
Hasta ahora Macron no ha dado muestras de un cambio de rumbo.
"Le pido un esfuerzo para ayudarme a relanzar la economía, para los jóvenes", dijo Macron a un pensionista que se le quejó de una subida de impuestos durante una visita a Tours el miércoles.
"Nunca es agradable (una subida de impuestos) pero así es cómo es", dijo.
Macron y su gobierno dicen que el alza del CSG, en esencia un impuesto a los ingresos, incluidas las pensiones por encima de los 1.200 euros al mes, era necesario para compensar los recortes de los cargos por nóminas a las empresas y de los impuestos a la vivienda.
"Todo lo que está haciendo es muy injusto. En el pasado me gustó la idea de que no es ni izquierda ni derecha. Pero todo lo que hace es ultraderecha", dijo Simone Roger, de 71 años, añadiendo que no volvería a votar a Macron.
El Gobierno estima que un 20-25 por ciento de los pensionistas estaría varias decenas de euros peor frente a antes de los cambios fiscales, mientras que los más acaudalados podrían ver su poder adquisitivo afectado en varios cientos de euros anualmente.