Los paisajes naturales mejoran nuestros hábitos de vida

Los paisajes naturales mejoran nuestros hábitos de vida

Para mantener hábitos de vida saludables en los países desarrollados hay que realizar un esfuerzo. Evitar las comidas basura, no consumir alcohol ni tabaco en exceso – de hecho, no consumir tabaco –, entre otras cosas. Pero ¿no hay nada que nos pueda ayudar, ponérnoslo más fácil para llevar una vida sana?

Según un artículo reciente, sí que existe y es muy simple: observar espacios verdes. No hace falta recurrir a grandes paisajes naturales, con tener a mano un parque medianamente desarrollado y cuidado nos vale. Eso sí, tiene que ser un espacio natural y no simplemente imágenes de ellos.

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El estudio en el que se basa el artículo parte de algo que ya se sabe: ejercitarse en la naturaleza – hacer senderismo, salir a correr por el campo o montaña, montar en bici en espacios “verdes” - ayuda a controlar nuestros impulsos “malsanos”, aquellos que nos alejan de hábitos saludables.

Pero la pregunta que cabe hacerse es si resulta necesario ejercitarse. No si es bueno, que obviamente lo es – siempre que se haga con un poco de cabeza, claro. Lo que se quería saber es si, simplemente con observar espacios naturales – o “naturales”, si hablamos de parques y jardines – sería suficiente.

Más que nada, porque no todo el mundo puede o quiere ejercitarse en la naturaleza. Para algunos es incómodo, para otros complicado por los desplazamientos o el tiempo… hay un sinfín de casos que lo complican.

Así que con esta idea diseñaron un estudio observacional. Lo que hicieron fue preparar una encuesta que recogiese hábitos de vida, así como valoraciones objetivas del entorno de cada individuo. Entre los hábitos de vida estaban cuestiones como alimentación, consumo de alcohol y tabaco, ejercicio físico… pero con un detalle importante.

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La encuesta quería, de manera muy especial, valorar los antojos, los caprichos o pulsiones que muchas veces tenemos. Porque no es lo mismo tomarse una cerveza que muchas, comer algo no muy sano que acabar con varias bolsas de patatas fritas o bollería industrial, fumarse un cigarro que tres seguidos.

Lo que los investigadores han podido demostrar es que la presencia de espacios verdes ayudan a controlar los antojos. No los evitan, obviamente – para eso está la fuerza de voluntad –, pero sí hacen que sean menos intensos y comunes. Y ya, simplemente rebajando la intensidad, contribuyen en gran medida a conseguir que nuestros hábitos de vida sean mejores.

Otro detalle interesante del estudio es qué tipo de espacio verde es suficiente para controlar los antojos. Lo mejor, sin duda, es tener acceso a grandes espacios naturales. Pero con poder bajar a un parque o jardín ya es suficiente. Y como ya hemos comentado, no hace falta salir a ejercitarse; con entrar en contacto con ellos, aunque sea contacto visual, ya es suficiente.

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El motivo también es fácil de entender, o al menos tal como lo plantean los investigadores: es una cuestión de ansiedad. La presencia de espacios verdes reduce la ansiedad, y con ello desaparece la causa principal de los antojos y pulsiones.

Así que, por nuestra salud, deberíamos exigir que las ciudades en que vivimos tengan y cuiden espacios verdes.