Los niños siguen muriendo en accidentes con las persianas, a pesar de las advertencias de seguridad

(Reuters Health) - Aunque las persianas de las ventanas son desde hace décadas un peligro para los niños, las lesiones siguen siendo una causa de atención de emergencia, según indica un estudio de Estados Unidos.

En el período 1990-2015, en los departamentos de ER de Estados Unidos se atendieron a unos 17.000 menores de seis años por esas lesiones, según publican los autores en Pediatrics. Eso representa a tres de cada 100.000 niños.

La mayoría de las veces, las lesiones no eran graves. Pero hubo 228 casos de asfixia con el cordón de la persiana en el cuello; dos tercios de esos casos fueron fatales.

Mientras que la mayoría de los niños recibió el alta después del tratamiento, uno moría cada mes, principalmente por asfixia.

"Este estudio demuestra que los niños siguen muriendo por estrangulamiento con los cordones de las persianas", dijo el doctor Gary Smith, director del Centro para la Investigación de Lesiones y Políticas Públicas del Hospital Nacional de Niños, Columbus, Ohio. "Esto es inaceptable".

"Conocemos esto desde los años 40", dijo Smith. "Tenemos una norma de seguridad voluntaria desde mediados de los años 90 y retiros de productos del mercado; aun así, seguimos viendo esas muertes".

La Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de Estados Unidos aprobaron un pedido para diseñar estándares de seguridad obligatorios para las persianas desde el 2014. A diferencia de los criterios voluntarios, esas normas obligatorias exigirían producir persianas sin cordones o que no sean accesibles para los niños.

"Necesitamos que los fabricantes eliminen los cordones de los productos para que los niños no accedan a ellos".

Casi dos tercios de las lesiones de los niños sufrió lesiones en la cabeza: cortes, traumatismos y heridas. En casi la mitad de los casos, las persianas golpearon a los niños; los cortes fueron el siguiente mecanismo de lesión más común. El 12 por ciento de los casos eran niños que quedaban enredados con los cordones.

La mayoría de los casos ocurrió con los padres en el hogar, aunque en la mayoría de los casos no habían presenciado la lesión: suponían que estaban durmiendo, jugando o mirando TV en ese momento.

Cuando los niños estaban solos, habían quedado sin supervisión de un adulto 10 minutos antes de la lesión.

FUENTE: Pediatrics, online 1 de diciembre del 2017