Los millonarios venezolanos agitan el mercado inmobiliario en Madrid

Al menos un apartamento semanal es vendido a un venezolano en los históricos edificios del distrito de Salamanca, en Madrid. (Foto captura de pantalla El Idealista)
Al menos un apartamento semanal es vendido a un venezolano en los históricos edificios del distrito de Salamanca, en Madrid. (Foto captura de pantalla El Idealista)

El distrito de Salamanca de Madrid conjuga una mezcla de lujo, moda y abolengo que ha resultado irresistible para los millonarios venezolanos que han huido de la debacle económica de la revolución.

El origen de las fortunas no parece ser relevante a la hora de elegir. Los acaudalados de cuna que nunca comulgaron con la Venezuela revolucionaria y los empresarios que hicieron fortunas recientes con negociaciones dudosas durante los gobiernos chavistas comparten el gusto por esta sofisticada zona que posee uno de los mejores niveles de vida de Europa.

Fuentes del sector han calculado que al menos 7.000 venezolanos han comprado inmuebles en edificios centenarios de un distrito de unos 5,4 km2 en el corazón de la capital y donde habían vivido familias madrileñas durante generaciones porque las viviendas eran heredadas de padres a hijos.

Analistas indican que el alza de los precios de las viviendas en Madrid es tan notable que en el centro ya recuperaron el valor que poseían antes del estallido de la burbuja inmobiliaria que colapsó la economía española en 2007.

El portal inmobiliario Idealista ofrece datos esclarecedores sobre los costos actuales de una vivienda de segunda mano. En el tercer trimestre de 2018, el precio promedio de los pisos usados en el distrito madrileño de Salamanca rondaba los 5.987 euros por metro cuadrado, lo que indicaba un incremento interanual del 19,33 por ciento, mientras que en toda la Comunidad de Madrid el precio baja a 3.834 euros por m2. El promedio nacional es de 1.712 euros el metro cuadrado con un alza interanual del 7,7 por ciento.

El distrito de Salamanca, ubicado al nordeste del casco histórico de Madrid, es uno de los distritos comerciales más importantes de la ciudad. (Captura de pantalla del Ayuntamiento de Madrid)
El distrito de Salamanca, ubicado al nordeste del casco histórico de Madrid, es uno de los distritos comerciales más importantes de la ciudad. (Captura de pantalla del Ayuntamiento de Madrid)

Queda claro que si no proviene de una herencia, para vivir en Salamanca hay que tener dinero. Es necesario disponer de al menos un millón de euros para comprar un piso de dos habitaciones y 100 metros cuadrados, sin contar los impuestos, el mobiliario y los costosos servicios de Madrid. Y algunos venezolanos lo tienen.

La zona cool

Los medios españoles prestan cada vez más atención al curioso fenómeno inmobiliario.
En una investigación del canal de televisión la Sexta sobre viviendas aseguran que los venezolanos transformaron el tradicional al punto de que algunos la llaman “Little Venezuela” por la cantidad de venezolanos con poder adquisitivo que han comprado en la zona.

Una mujer joven confirmó que en Salamanca viven “muchísimos” venezolanos “porque es una zona muy transitada y tiene los restaurantes más cool de la ciudad”. Aunque el periodista no reveló o no conocía la identidad de la chica entrevista se trataba de Ninoska Vásquez, una ex reina de belleza venezolana que tiene un vínculo sentimental con el empresario mexicano Francisco Rodrigo Biorgio, conocido por sus inversiones gasolineras y casinos en México.

Los ricos de cuna

La cadena Antena 3 retransmitió unos días después parte de la investigación de la Sexta en un segmento titulado “Invasión Venezolana” y se preguntaban cómo es posible que existan venezolanos que puedan comprar edificios enteros si vienen del país con el peor desempeño económico de Latinoamérica.

Parte de la respuesta a esa interrogante no se encuentra en el ruinoso presente de Venezuela sino en un pasado no tan distante de bonanza petrolera.

El desarrollo económico de la Venezuela petrolera permitió el florecimiento de zonas como Altamira, con elegantes edificios, plazas y anchas avenidas. (Foto CULTURA CHACAO / MIGUEL GUTIÉRREZ)
El desarrollo económico de la Venezuela petrolera permitió el florecimiento de zonas como Altamira, con elegantes edificios, plazas y anchas avenidas. (Foto CULTURA CHACAO / MIGUEL GUTIÉRREZ)

El economista venezolano Asdrúbal Baptista explicó en su investigación “La economía venezolana entre siglos” que la irrupción del petróleo en 1920 tuvo un impacto tan profundo que permitió “una frenética expansión en todos los órdenes económicos importantes” durante seis décadas. Ese extraordinario crecimiento fue 75 por ciento mayor que el de América Latina y 45 por ciento más alto que el del mundo desarrollado.

Buena parte de las familias venezolanas mencionadas en los reportajes televisivos, como los Escotet y los Cohen, hicieron sus fortunas en el sector financiero e inmobiliario durante esos años de abundancia descritos por Baptista hasta que se vieron obligados a sacar su patrimonio al extranjero.

Los españoles se preguntan cómo un propietario que vende su piso en una zona costosa como la urbanización Altamira de Caracas puede adquirir un piso en Salamanca si en la actualidad una vivienda en ese sector no supera los 250.000 euros. La respuesta una vez más se encuentra en el pasado.

Antes de la prolongada crisis económica, el valor de un inmueble en Caracas se comparaba con el valor de las propiedades en ciudades como Madrid y Nueva York, debido al alto poder adquisitivo y a la sobrevaloración del bolívar en el mercado de divisas.

Eso favoreció a los inmigrantes europeos que tenían pequeños y medianos negocios, que con el tiempo repatriaron las ganancias producidas en Venezuela. Los hijos de españoles que se han establecido en Salamanca no aparecen en la lista de los 18 mil extranjeros porque tienen la nacionalidad de sus progenitores. Pero la marca del Caribe les quedó en su inconfundible acento que se escucha en todas las esquinas de la capital.

El dinero sucio de los ‘bolichicos’

Pero el distinguido barrio no sólo ha albergado a las familias ricas espantadas por la carestía en Venezuela. También ha servido para lavar el dinero saqueado en ese país sudamericano.

La reciente detención por blanqueo de capitales en España de un viceministro durante el gobierno de Hugo Chávez y la incautación de 130 viviendas de lujo valoradas en 72 millones de euros ha reavivado la polémica sobre el origen de las fortunas de estos millonarios venezolanos y su impacto en el mercado inmobiliario español.

Nervis Villabobos, a quien le bastaron 5 años como funcionario del gobierno revolucionario para volverse rico, volvió tras las rejas por lavado de dinero y corrupción de dinero malversado en Venezuela por orden de la Fiscalía Especial Contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada de Madrid.

El Banco Madrid se declaró en quiebra len 2015 luego de que Estados Unidos acusó a sus filial Banca Privada de Andorra de blanquear capitales para el crimen organizado. El ex ministro chavista Nervis Villabobos recibió siete millones de euros en el Banco Madrid de Lisboa en una transacción oscura que es investigada por las autoridades y lo mantiene en prisión preventiva. ( REUTERS/Andrea Comas)

Villalobos ya había sido detenido en España el 26 de octubre de 2017 a petición de Estados Unidos por su participación en una red de sobornos y blanqueo de dinero malversado de Petróleos de Venezuela.

Una nueva causa judicial en España pospuso el proceso de extradición de Villalobos. La autoridades españolas lo investigaban por una transferencia irregular de siete millones de euros para comprar una vivienda en la exclusiva zona madrileña de La Moraleja. Y casi un año después fue liberado por falta de pruebas.

Pero nuevos indicios permitieron su arresto y el de otras 3 personas vinculadas con el blanqueo de dinero sucio de Venezuela.

La Policía Nacional incautó un hotel, dos edificios de apartamentos y 40 villas en una urbanización de lujo en la ciudad turística de Marbella, mientras que en el distrito de Salamanca al menos 12 pisos quedaron a la orden de los tribunales.

Villalobos y sus cómplices no fueron los únicos que hicieron fortunas con el entramado de clientelismo del chavismo y luego decidieron borrar las huellas en España.

El diario El País publicó una extensa investigación donde menciona a los “millonarios que amasaron sus fortunas durante los años dorados” de Chávez y que habrían invertido en España al menos 160 millones de euros desde el 2002, principalmente en el sector inmobiliario de lujo.

Carlos Luis Aguilera Roja, miembro del equipo de seguridad de Chávez, el empresario Roberto Rincón Bravo y el ex director de la Electricidad de Caracas, Luis Carlos de León, son algunas las personas investigadas por corrupción en Estados Unidos y la Unión Europea con mansiones y fincas de lujo en España.

No todos son iguales

Hay observadores que temen que la atención excesiva en las excentricidades de los venezolanos adinerados banalice la verdadera tragedia que vive Venezuela, donde la escasez de medicamentos, alimentos y la hiperinflación ha generado una migración forzada de millones de personas sin recursos.

Migrantes venezolanos esperan en fila para recibir pan y café donada por una familia colombiana en una estación de gasolina en Pamplona, Colombia, el 31 de agosto de 2018. Millones de venezolanos han abandonado el país por la escasez y la inflación en un éxodo que se asemeja en las cifras a la crisis de refugiados en Europa. (Foto AP/Ariana Cubillos)

Otros temen que los escándalos y juicios por blanqueamiento y corrupción de funcionarios y empresas vinculadas con el chavismo impriman una “etiqueta nefasta” sobre otros inversionistas con capitales legítimos o sobre los miles de venezolanos profesionales que emigraron a España en busca de una mejor calidad de vida.

Para los medios es muy atractivo mostrar el glamour de los venezolanos con sus fiestas, gastos y paseos por el barrio de Salamanca. Eso es más llamativo que informar sobre las habitaciones compartidas, las necesidades económicas y sociales que viven muchos de los que han emigrado con tenacidad”, dijo un académico venezolano residente en España que pidió permanecer en el anonimato.