Los hombres que intentan someter a las mujeres tienen una salud mental muy pobre

Aquellos hombres que se ven a sí mismos como unos ligones y que se pavonean de poder hacer lo que quieran con las mujeres suelen gozar de una salud mental más precaria que el resto de la población masculina.

Así lo ha demostrado un estudio publicado en la revista Journal of Counseling Psychology , en el que se han revisado numerosos trabajos científicos -hasta 80- en el que se analizaba la salud mental de 19.500 hombres y si su conducta, sus pensamientos y creencias se ajustaban a las normas de la masculinidad imperantes. Este último constructo se refiere a la idea que la sociedad tiene de los hombres y de las mujeres, y sobre cómo se deben comportar.

En el metaestudio, llevado a cabo por psicólogos de la Universidad de Indiana (Estados Unidos) se medían 11 escalas relacionadas con la masculinidad: capacidad ganadora, control emocional, capacidad de tomar riesgos, violencia, dominancia, importancia del trabajo, poder sobre las mujeres, desprecio por los homosexuales y persecución del estatus.

De estas 11 categorías, 9 de ellas estaban muy presentes en personas que tenían una pobre salud mental. En especial, aquellos que se consideraban a sí mismos como conquistadores de mujeres y los que alardeaban de tener mucho poder sobre ellas sufrían más problemas de ansiedad, depresión, y aseguraban tener peores relaciones sociales.

Raewyn Connell, profesor de Ciencias Sociales y Masculinidad de la Universidad de Sydney asegura que estos resultados no implican una causalidad. Para él, el metanálisis de varios estudios nunca puede explicar la causa de un fenómeno, asegura en declaraciones recogidas por IFL Science.

Otro docente, el profesor Michael Flood, de la Universidad de Wollongong (Australia), señala que los rasgos clásicos de masculinidad no son la causa de problemas mentales, pero sí que pueden tener un rol importante en su mantenimiento. “El estoicismo, el autocontrol y la fuerza de voluntad son rasgos que moldean la salud mental de un hombre. Si alguien tiene un problema de salud mental, y es fuerte en estos tres rasgos, no pedirá ayuda y complicará el tratamiento o el desarrollo del problema, lo que contribuirá a que tenga una salud mental más pobre”.

Flood también considera que algunos rasgos masculinos importantes no han sido tenidos en cuenta en el estudio, y muchos de ellos son saludables. “El gusto por el deporte y por el ejercicio físico suele ser un hábito que contribuye a una salud mental positiva, y además es un rasgo masculino”.