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Los campamentos antiterroristas israelíes en Cisjordania que arrasan entre los turistas

El negocio no puede resultar de peor gusto, aunque es innegable el éxito que está teniendo entre los turistas. El planteamiento es sencillo; una empresa israelí ofrece a los visitantes un campo de entrenamiento militar en el que estos aprenden a defenderse de posibles ataques terroristas. Entre las enseñanzas está la localización de los sospechosos, el ejercicio del tiro, la autodefensa…

En el año 2003 abrió sus puertas este lugar que servía para impartir cursos a los guardias de seguridad hebreos durante la Segunda Intifada. Está localizado en Cisjordania, en pleno corazón de los territorios palestinos. En 2009 dejó de usarse como un campo militar y se convirtió en una controvertida atracción turística.

Un grupo de turistas toman parte en el campo militar (REUTERS).
Un grupo de turistas toman parte en el campo militar (REUTERS).

Desarrollado por la compañía Caliber 3, creada por un coronel de reserva del Ejército israelí, recrea escenarios de la vida tradicional como un mercado de fruta en el que los turistas aprenden cómo derribar a un atacante e impedir un supuesto asalto. Otra de las pruebas consiste en adivinar si un hombre árabe con un móvil en la mano es una amenaza para la seguridad. En caso de respuesta afirmativa, el objetivo es dispararle.

El tour dura aproximadamente dos horas y cuesta unos 100 euros para los adultos y unos 74 euros para los niños y su promotor lo defiende como una oportunidad de saber “lo que significa mantener tu vida a salvo, a tu comunidad o a tu familia”. Pese a que en sus inicios, la mayoría del turismo eran judíos estadounidenses, en la actualidad atrae a ciudadanos de todas las nacionalidades, con especial incidencia en chinos, japoneses e indios.

Un turista aprende a disparar (REUTERS).
Un turista aprende a disparar (REUTERS).

Como no podía ser de otra manera, las críticas no han tardado en aparecer, ya que el negocio frivoliza el conflicto entre Israel y Palestina y además convierte a los palestinos en potenciales terroristas o atacantes, tal y como está planteado el juego.

Así Yotam Yaakoba, la portavoz de Peace Now, una ONG israelí en contra de los asentamientos, ha manifestado que “es una manera cínica y poco apropiada para ganar dinero con el conflicto palestino-israelí”.

Se estima que hay más de 500.000 colonos israelíes en Cisjordania, según datos de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios del año 2012, por lo que este campo de entrenamiento es una provocación para los palestinos, ya que además de criminalizarles, lo hace en su propio territorio.

Un grupo de turistas ven cómo se inmoviliza a un sospechoso (REUTERS).
Un grupo de turistas ven cómo se inmoviliza a un sospechoso (REUTERS).

Además, en la actualidad la zona vive inmersa en mitad de lo que se conoce como la Intifada de los Cuchillos, una nueva oleada de violencia que ha tenido lugar desde septiembre de 2015 y que se ha cobrado más de dos centenares de víctimas palestinas, así como tres decenas de israelíes.