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Los cambios no siempre salen bien aunque estén hechos con todo el sentido del mundo

AL KHOR, QATAR - NOVIEMBRE 27: Alvaro Morata  celebrando su gol ante Alemania. (Foto de Markus Gilliar - GES Sportfoto/Getty Images)
Álvaro Morata celebrando su gol ante Alemania. (Foto de Markus Gilliar - GES Sportfoto/Getty Images)

Tras la goleada ante Costa Rica, España afrontó su primer gran partido en el Mundial ante Alemania y la verdad es que no decepcionó. El partido destiló ese tufillo de los grandes encuentros entre selecciones llamadas a terminar haciendo algo importante en el campeonato. El partido se decidió en la segunda parte y los cambios tuvieron una influencia definitiva. Para bien, con la entrada de Álvaro Morata, y para mal, porque la entrada de Koke, Balde y Nico Williams no tuvo el efecto deseado, aunque tenían todo el sentido del mundo. En el fútbol a veces las cosas no funcionan perfectas y no es porque estén mal hechas. Merece la pena desarrollarlo.

España dominó la primera parte durante muchos minutos, tuvo más el balón y encontró la profundidad, sobre todo por la banda izquierda, donde Dani Olmo y Jordi Alba doblando la banda, fue un martillo pilón hasta que fue sustituido en la segunda parte. Alba lleva dos partidos magníficos en ambos lados del campo. España atacaba bien y junta y por eso recuperaba la pelota cerca del área alemana. No fue capaz de concretar las ocasiones que tuvo, pero fue capaz de generar mucho peligro cerca de la portería de Neuer.

Alemania sabía que el fuerte de España está en su mediocampo y por eso de inicio hizo modificaciones en su once para neutralizar una de las principales virtudes de la selección, la capacidad de generar fútbol en medio. Sacrificó uno de los puntas, Havertz, para dar entrada a un centrocampista más, Goretzka. Colocó a Goretzka junto a Kimmich y adelantó la posición de Gündogan con dos fines fundamentales, llevar algún balón a Müller que jugó de punta, y sobre todo estar cerca de Busquets para que no pudiera jugar con comodidad.

En los minutos que el partido se desordenó en la primera parte, Alemania generó problemas a España a través de Musiala, que arrancando desde una banda generó muchísimo peligro y a balón parado, uno de los fuertes históricos de la selección germana. La otra modificación alemana fue la entrada de Kehrer como lateral derecho. Es un central que ha jugado mucho de lateral. Pero no tuvo el efecto deseado. España acumuló peligro y varias ocasiones por su banda con la pareja Alba-Olmo.

Soccer Football - FIFA World Cup Qatar 2022 - Group E - Spain v Germany - Al Bayt Stadium, Al Khor, Qatar - November 27, 2022 Germany's Jamal Musiala in action with Spain's Pedri and Gavi REUTERS/Molly Darlington
Pedri, Gavi y Musiala son presente y futuro del fútbol mundial. Foto: REUTERS/Molly Darlington

En la segunda parte comenzaron los cambios y pasaron muchas cosas. Con la entrada de Morata por Ferrán, España ya tenía nueve y Asensio pasó a jugar en la derecha. A España le sentó de maravilla y se adelantó en el marcador en una gran jugada por la banda izquierda, cómo no, en la que Alba puso en centro y Morata despistó a su defensor amagando al segundo palo y entrando al primero. Remató con mucha convicción y adelantó a España en el marcador. Y casi sin solución de continuidad, Luis Enrique pensó que el partido se rompería pronto. Alemania tenía que arriesgar y España tendría que jugar más al espacio. Buscó un centrocampista para dar aire a un exhausto Gavi, con Koke, y metió a Nico Wlliams, más rápido que Asensio, para intentar hacer daño a la espalda de la defensa alemana. Tenía sentido.

Ahí reaccionó Flick y movió fichas. Dio entrada al único nueve puro que se ha llevado a Qatar, el delantero del Bremen, Füllkrug. A Alemania toda la vida le ha sentado bien un delantero centro. Muchas veces los han tenido de primerísimo nivel como fueron Torpedo Müller, mucho más que un nueve, Hrubesch, Völler, Kirsten o Klose... y cuando no tuvieron uno de ese nivel, siempre hubo un Füllkrug, como fueron Dieter-Hoeness en México 86 o Carsten Jancker en Japón y Corea 2002, y siempre les funcionó. Füllkrug no fue la excepción, fijó a los centrales de España y eso generó hueco para que Sané, otro de los jugadores que dio entrada Flick, generase problemas.

El fútbol es un deporte de momentos. Aún con el 1-0 a favor de España, Luis Enrique dobló su apuesta buscando piernas con Balde por Alba. Y nada más entrar Balde llegó el gol del empate de Füllkrug. Sin tiempo para que la entrada de Balde pudiera tener efecto, Niklas Füllkrug la puso en el ángulo. Gol de nueve de toda la vida, de los nueve alemanes de siempre. Ahí volvió a cambiar el escenario. España sin Gavi tenía menos mordiente en mediocampo y las veces que pudo salir al espacio, no tuvo la precisión deseable. Nico tuvo piernas, pero le faltó serenidad y es lógico. Es un Mundial y él es muy joven.

Al final pudo ganar cualquiera. Los cambios le salieron mejor a Alemania que a España, pero... ¿ Estaban mal hechos los cambios de España? La respuesta es NO, simplemente no funcionaron. Y eso es algo a tener siempre en cuenta en los análisis de los partidos. No siempre las cosas salen como uno espera aunque tengan todo el sentido del mundo. El España v Alemania fue un ejemplo perfecto de ello.

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