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Los cambios en los monzones están dejando a China sin té

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A estas alturas, ya todos entendemos cuál es la diferencia entre “el tiempo” y el clima. Y sabemos que mientras que el tiempo exacto que va a hacer mañana, o dentro de una semana, es casi imposible de predecir, sí podemos saber con suficiente – y robusta – precisión qué tendencia va a seguir, cómo va a ser el clima. El problema está con fenómenos como los monzones, que son patrones climáticos – tendencias – pero también meteorológicos.

Y que tienen una importancia vital para la agricultura. Los monzones son patrones climáticos que tienen que ver con la dirección de los vientos. Pero para lo que nos interesa, entendemos monzones como la época de lluvias veraniegas que se dan en el sudeste asiático.

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Este periodo de lluvias influye en las cosechas. De manera muy notable, y no sólo en la cantidad. En el caso del té en China, cuanto más fuertes son los monzones – más dura la época de lluvia, y mayor cantidad de agua cae – peor calidad tiene el té y menor es la cosecha.

El problema viene cuando se intenta predecir el inicio del monzón, para recoger la cosecha antes. Como comentábamos antes, predecir el tiempo – y en este caso, el inicio del monzón es una cuestión de meteorología – resulta muy complicado. Y por lo tanto, sincronizar la cosecha con el inicio de la estación de lluvias resulta casi imposible.

Se pueden llevar a cabo otras acciones. Por ejemplo, modificar las variedades que se cultivan, y escoger aquellas más resistentes a las lluvias. Aquí el problema está en que precisamente estas variedades no se suelen escoger por su menor calidad.

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Aún queda algo más que intentar. Una de las razones por las que un monzón muy lluvioso es malo para la planta del té es por el lavado del suelo. Nutrientes, fertilizantes y oligoelementos que están en el sustrato se pierden por las lluvias, cuando estas son muy abundantes.

Se pueden emplear técnicas agrícolas para que el suelo permanezca encharcado más tiempo, y de esta manera se evita el lavado. Pero también afecta a la planta, y a la calidad de la cosecha.

No todo son malas noticias. Los mismos científicos que han demostrado que los cambios en los monzones afectan a las cosechas de té dan una alternativa. Y es precisamente tratar los cambios en estos procesos a largo plazo como lo que son, como tendencias.

Si se piensa en los monzones como una tendencia climática, se puede predecir con más precisión cuándo va a comenzar. De esta manera se puede adaptar el calendario de cosechas a la nueva realidad, y mantener unas buenas cosechas de té, una de las principales fuentes de ingresos en ciertas zonas rurales de China.

Crédito de la imagen superior: Tufts University Tea & Climate Change Collaborative