Londres decidirá futuro de Irlanda del Norte tras fracaso de negociaciones

Por Ian Graham BELFAST (Reuters) - El ministro para Irlanda del Norte del Gobierno británico, James Brokenshire, debe decidir si convocar nuevas elecciones, volver al control directo de la provincia por parte de Londres o dar a los partidos más tiempo después de que fracasasen las conversaciones para la formación de un nuevo gobierno regional. Los partidos de Irlanda del Norte tenían hasta el lunes a las 1500 GMT para acordar un nuevo gobierno con poder compartido, pero todos dijeron que no se alcanzará un acuerdo por los pocos progresos logrados respecto a una serie de cuestiones que provocan profundas divisiones entre los dos principales partidos, uno nacionalista y el otro unionista. El fracaso a la hora de restaurar un Ejecutivo en la provincia tras su colapso en enero prolonga un período de parálisis política justo en el momento en el que Reino Unido comienza las conversaciones para abandonar la Unión Europea, lo cual determinará el futuro económico y político de Irlanda del Norte. "Lamentamos enormemente que no se lograsen suficientes progresos, pero creo que volveremos a estas cuestiones cuando se nos dé el espacio para hacerlo", dijo a BBC Radio Conor Murphy, un alto responsable del principal partido nacionalista norirlandés, el Sinn Fein. Murphy dijo que el ministro británico para Irlanda del Norte había indicado a los partidos que intervendrá ante el Parlamento en Londres el martes. Una portavoz de Brokenshire no quiso hacer declaraciones inmediatas respecto a esta agenda. De acuerdo con la ley, Brokenshire debe convocar unos nuevos comicios en "un período razonable de tiempo" una vez que hayan pasado las tres semanas de conversaciones poselectorales. Los analistas piensan que podría anunciar una nueva convocatoria de elecciones -las terceras en un año- pero no fijar una fecha, en un intento de dar tiempo a las partes negociadoras. Tanto el gobierno británico como el irlandés han dicho repetidamente que se oponen a que la toma de decisiones vuelva a Londres por primera vez desde 2007. El Sinn Fein puso fin de forma efectiva a las conversaciones el domingo, cuando dijo que no se podrá alcanzar un acuerdo en varios asuntos que generan controversia, como la financiación de servicios para los hablantes de irlandés, los derechos LGBT y las investigaciones de las muertes ocurridas durante las tres décadas de violencia sectarias que vivió Irlanda del Norte. Los dos principales partidos se culparon mutuamente por el colapso. El segundo líder del Partido Unionista Democrático (DUP, por sus siglas en inglés), Nigel Dodds, dijo que su partido probritánico cree que el Sinn Fein nunca quiso seriamente formar un gobierno y que "jugó a ganar tiempo". El Sinn Fein se quedó a un escaño de distancia del DUP en las elecciones celebradas el 2 de marzo, negando a los políticos unionistas probritánicos una mayoría en la asamblea regional por primera vez desde la partición de Irlanda en 1921. El éxito electoral ha dado alas al Sinn Fein en sus reclamaciones de su objetivo final -un referéndum para abandonar Reino Unido y unir la isla de Irlanda. "Este ha sido el peor proceso de negociación en el que he participado, ni siquiera tuvimos una mesa redonda de debates. Te hace preguntarte cuál es la táctica general del Sinn Fein", dijo Tom Elliott, del minoritario Partido Unionista del Ulster.