Londres condena la ley china de seguridad nacional y reabre las puertas a los ciudadanos de Hong Kong

LONDRES.- El 1° de julio de 1997 se produjo la devolución a China de la isla de Hong Kong , colonizada durante 155 años por el Reino Unido y ahora, a 23 años de ese hecho histórico, el gobierno de Londres está dispuesto a recuperar a una parte de sus ciudadanos, abriendo las puertas a 3 millones con ofertas de pasaportes. La iniciativa es un desafío abierto a la introducción de la ley de seguridad nacional impuesta por Pekín.

De ese modo, la temperatura del conflicto chino-británico aumenta después de años de diálogo, sonrisas, alfombras rojas y negocios lucrativos, tras las acciones de Pekín en la excolonia, condenadas por el gobierno "tory" de Boris Johnson en el Parlamento de Westmister como "una violación clara y grave" de la declaración conjunta firmada en su momento por los dos países en la bases de la devolución.

¿Por qué es tan polémica la ley de seguridad que promulgó China para Hong Kong?

Y la condena no sólo se traduce en palabras, según anuncios del propio Johnson y su ministro de Exteriores, Dominic Raab, sino también en acciones, como la de facilitar el régimen de visas para los habitantes de Hong Kong con el status de "British overseas", o ligados a ellos por vínculos de dependencia familiar. De esa manera, se allana el camino hacia la plena ciudadanía del Reino Unido, además de la china que el gigante asiático y el régimen de Xi Jinping pretende que sea exclusiva.

Básicamente, como explicó Rahab explicó a la Cámara de los Comunes, se trata de una medida, definida junto con el Ministerio del Interior, con la intención de asegurar a quienes lleguen al Reino Unido para estudiar o trabajar, permisos de residencia ad hoc extendidos a cinco años. Eso, con la posibilidad automática de hacer después una solicitud de pasaporte y con la exención de cualquier garantía mínima de disponibilidad económica, explicó Downing Street. Un derecho al alcance inmediato de 350.000 "British overseas", pero que puede cubrir hasta casi tres millones de personas, con la ampliación prevista a los familiares.

"Queremos buenas relaciones con China y lo reconocemos en el estatuto" de gran potencia emergente, dijo Raab. Pero "esta es exactamente la razón por la que le instamos a honrar sus obligaciones y sus responsabilidades" ante la comunidad mundial, además de garantizar "la libertad y los derechos de la población" en la excolonia y la "independencia del sistema Judicial local", protegida por la Declaración conjunta.

"Defendemos las reglas y compromisos que subyacen a la relaciones internacionales", repitió Johnson: enemigo de cualquier sentimiento contra China casi obligado a ondear la bandera de la reacción de los "aliados occidentales" ante el accionar de Pekín, incluso a costa de desestabilizar relaciones económicas y comerciales cada vez más amplias, cruciales en el marco de la emergencia de coronavirus y el Brexit .

Las relaciones que fueron cultivadas desde la época de Tony Blair al de David Cameron . En ese contexto, algunas dificultades podrían aparecer en relación con la aprobación, limitada y condicionada, dada por Londres a Huawei en la realización de las redes de telecomunicaciones 5G en el Reino Unido, pese a la oposición estadounidense. Ese asunto, comentó Rahab, estará sujeto a una "nueva revisión".

Agencia ANSA