Lo que significa ser pobre en Estados Unidos
¿Qué significa ser pobre, ser parte del grupo de personas de bajos recursos en Estados Unidos? Se trata de una categorización relativa y que, en realidad, varía en función del lugar del país en el que se calcule.
Un factor clave en ello es el costo de la vivienda: la cantidad de dinero que una familia debe dedicar a pagar un lugar donde vivir determina, en buena medida, su posición en el escalafón de ingresos en la economía estadounidense.
En ello hay, ciertamente, una enorme dosis de desigualdad e injusticia.
Como relata el portal Vox, los exorbitantes costos de la vivienda y otros factores han provocado que en San Francisco una familia de cuatro personas cuyo ingreso anual sea de 105.000 dólares al año sea considerada de bajos recursos y, por ello, califique para recibir subsidios o beneficios del gobierno para que pueda costear un lugar para vivir allí.
Una familia que ganara esa cantidad, por ejemplo, en México –donde el salario mínimo es de 80 pesos diarios, equivalente a escasos 1.500 dólares al año si la persona trabajara los 365 días– sería considerada como de clase altamente privilegiada.
En San Francisco, en cambio, esa familia sería, para fines prácticos, pobre.
Las condiciones materiales o de oportunidades entre una persona cuya familia gana 105.000 dólares al año en San Francisco son, ciertamente, diferentes y no comparables con quien vive en condición de pobreza en México o en otro país. Y la desigualdad severa y la concentración de la riqueza en unas pocas manos que existe, cada uno en su propia magnitud, en estados diferentes de Estados Unidos o en varios países es un factor de gran peso porque, en el fondo, lo importante no es la cantidad en bruto que una persona o familia gana sino lo que puede adquirir con ello y el estado de bienestar general al que su comunidad tiene o no tiene acceso.
Una familia que gana 105.000 dólares al año, en San Francisco sería más pobre (o menos rica) que una que gana esa misma cantidad en Houston o Miami. Y una familia que obtuviese ese ingreso en la Ciudad de México estaría situada en el grupo de más altos ingresos.
Por ejemplo, según el portal Numbeo.com, que compara el costo de la vida entre ciudades del mundo, el costo de la renta de vivienda en la Ciudad de México es (a escala promedio) 86.46% más baja que en San Francisco pero, con todo, el poder adquisitivo en la capital mexicana es 42.43% menor que en la ciudad de la Bahía, lo que da idea de la desigualdad del costo y el ingreso entre ambas urbes.
Dentro de Estados Unidos se dan también diferencias. Considerando el costo de la vivienda y los criterios para recibir ayuda pública por ello, de acuerdo a Vox en San Antonio una familia de cuatro con un ingreso anual de 50.500 dólares al año o menos es considerada de bajos ingresos. Esa cifra es 60.000 dólares anuales en Miami, 63.000 dólares en Chicago y 76.000 dólares en Nueva York.
En contrapartida, dado el costo de la vida y el nivel de ingreso, en El Paso, Texas, una familia de cuatro con ingreso anual de 43.500 dólares ya no es considerada de bajos ingresos.
Y en el área de Nueva Orleans, una familia de ese tamaño con ingresos anuales de 24.600 dólares o menos es considerada en extrema pobreza. Esa cifra, con todo, es cuatro veces mayor de lo que ganaría una familia de cuatro integrantes que ganan, cada uno de ellos, el salario mínimo en México trabajando todos sin descanso los 365 días del año.
Peor a fin de cuentas, más allá de lo atractiva o icónica que pueda ser una ciudad, lo importante es que sus habitantes tengan acceso a bienes, servicios y satisfacciones que les den una calidad de vida digna y productiva en lo espiritual y material. El monto de dinero relativo para ello varía, y ciertamente el ingreso en las naciones desarrolladas es sustantivamente mayor que en las que están en desarrollo.
Pero una distribución justa del ingreso y apertura de oportunidades es un imperativo, algo a lo que con frecuencia miles y miles no tienen acceso, ni en Estados Unidos ni en otros países.