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Lo que hay detrás de la peligrosa ola de calor que sofoca a medio Estados Unidos

Amplias zonas de Estados Unidos experimentarán este fin de semana una ola de calor tan severa que las autoridades han alertado a la población sobre los peligros de exponerse por tiempos prolongados a altas temperaturas. Y, ciertamente, un golpe de calor puede producir a quien lo sufre severos padecimientos e incluso ser letal.

Y aunque los fenómenos meteorológicos en lo individual tienen causas específicas y temporales, también existen tendencias climáticas a gran escala que muestran crecientes incrementos en la temperatura global, lo que provoca efectos diversos en diferentes partes del planeta.

Unos 87 millones de estadounidenses que vivien en el Medio Oeste y la costa este de EEUU sufrirán una severa ola de calor, que puede ser peligrosa para la salud, este fin de semana (Reuters/Kevin Lamarque)
Unos 87 millones de estadounidenses que vivien en el Medio Oeste y la costa este de EEUU sufrirán una severa ola de calor, que puede ser peligrosa para la salud, este fin de semana (Reuters/Kevin Lamarque)

Actualmente, en las zonas del Estados Unidos que resultarán más afectadas en estos días por temperaturas excesivas –julio de 2019 podría ser el mes más caliente jamás registrado a escala global– habitan 87 millones de personas, en un área que va por todo lo ancho del medio oeste e incluye también amplias zonas de la costa del Atlántico. Allí, temperaturas de 100°F o más (en torno a los 38°C) y alta humedad presumiblemente agobiarán a grandes ciudades como Baltimore, Boston, Chicago, Detroit, Nueva York y San Luis. La urgencia de no exponerse a esas temperaturas es crítica.

En contraste, estados del sur del país, que por su geografía tienden a ser mucho más cálidos que los del norte, experimentarán en amplias áreas intensas lluvias, lo que los mantendrá más templados que las regiones que sufrirán la ola de calor este fin de semana.

Las olas de calor son fenómenos meteorológicos usualmente originados en la presencia de sistemas de alta presión atmosférica en una región determinada, lo que provoca la compresión e incremento en la temperatura del aire en la superficie. Estos fenómenos, aunque poco frecuentes a gran escala, se han registrado históricamente, si bien en la actualidad suceden en un contexto de temperaturas generales crecientes y modificaciones de los patrones climáticos.

Por ejemplo, de acuerdo a un reporte de la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera (NOAA) en junio pasado la temperatura global de la tierra y el mar fue 1.71°F (cerca de 1°C) más alta que el promedio registrado durante todo el siglo 20 y la temperatura terrestre fue 2.41°F (unos 1.3°C) mayor que el promedio del siglo pasado. En algunas zonas del mundo las temperaturas fueron hasta 3°C más elevadas del promedio. Y se pronostica que julio de 2019 podría ser el mes más caliente jamás registrado.

Curiosamente, las temperaturas en las áreas de Estados Unidos donde este fin de semana se espera una severa ola de calor se mantuvieron durante junio en el promedio o solo ligeramente arriba de él.

En paralelo, indica NOAA, el área de hielo sobre el Océano Antártico fue en junio la más reducida jamás registrada para ese mes, y la segunda más reducida durante junio en el caso de la masa de hielo sobre el Ártico.

Y si se considera que 9 de los 10 junios más calientes que se han registrado han sucedido de 2010 a la fecha y que se han contabilizado 414 meses consecutivos con temperaturas nominales superiores al promedio del siglo XX, resulta convincente que el proceso de calentamiento global y cambio climático está en el centro de las altas y crecientes temperaturas que se registran.

Con todo, los valores meteorológicos del momento no necesariamente coinciden siempre o inevitablemente con patrones de calentamiento global a escala mayor, y hay regiones y temporadas que, en una cierta región, pueden resultar mucho más calientes o frías que otras, incluso con calores y fríos récord aunque los registros en otras áreas resulten más moderados o divergentes.

Personas se refrescan en una fuente en una muy calurosa Nueva York. Las temperaturas allí y en otras grandes ciudades de EEUU serán muy elevadas este fin de semana. (Drew Angerer/Getty Images)
Personas se refrescan en una fuente en una muy calurosa Nueva York. Las temperaturas allí y en otras grandes ciudades de EEUU serán muy elevadas este fin de semana. (Drew Angerer/Getty Images)

Así, por razones específicas y por tendencias de gran escala, julio se avizora como un mes candente, tanto en sus promedios como en lo punzante de las peligrosas olas de calor que afectarán algunas partes del globo.

Y en lo relativo a la de este fin de semana, se recomienda a la población evitar exponerse al calor y al sol, no realizar actividad física prolongada en exteriores, beber gran cantidad de líquido y permanecer en zonas frescas, de preferencia con aire acondicionado. A las personas que por alguna razón no dispongan de vivienda con aire acondicionado se les recomienda acudir a centros comérciales o instalaciones especiales que cuentan con esos sistemas.

Y dado que el alto consumo de electricidad en los meses más calientes puede producir apagones en algunas zonas, el uso de generadores eléctricos para abastecer ventiladores y aires acondicionados es recomendable, pero éstos deben siempre estar colocados en lugares abiertos y secos, para evitar acumulaciones de monóxido de carbono y choques eléctricos. Evitar el consumo eléctrico no indispensable en periodos de fuertes olas de calor también puede ayudar a prevenir insuficiencias en el abasto de electricidad y apagones.