Lo que buscan los nuevos ricos en sus viviendas de lujo

Una nueva generación de compradores adinerados impulsados ​​por un aumento en la riqueza heredada se apodera del mercado de viviendas de lujo, exigiendo espacios más grandes, así como acabados más elegantes. Esto es lo que ha determinado un informe que anticipa “el surgimiento de la nueva aristocracia”, y del cual se hace eco la revista Bloomberg.

Según este documento, es una realidad que los potenciales compradores menores de 50 años representan la mayoría de quienes adquieren casas con un precio de un millón de dólares o más.

Pero casi una cuarta parte de los consumidores de alto valor neto entre 25 y 49 años aseguraron que buscarían un espacio grande, de al menos 20.000 pies cuadrados (unos 1.900 metros cuadrados) cuando se lanzaran a su próxima compra de una casa. En cuanto a los encuestados de 50 años o más se trató de apenas el 6%.

Este informe se basó en una encuesta de más de 500 consumidores con al menos un millón en activos invertibles, realizada el mes pasado por Luxury Portfolio International, una red de corredores de bienes raíces.

Otras características consideradas “esenciales” para una casa por una gran parte de estos nuevos aristócratas incluyen bañeras de hidromasaje (45% de los encuestados), electrodomésticos de cocina de grado comercial (52%); así como cámaras de seguridad de vista múltiple (54%). La proximidad a los buenos restaurantes fue el servicio comunitario más exigido en los resultados de la encuesta, seguido de la proximidad a la familia.

Tres de cada cinco encuestados menores de 50 confiaron que esperan heredar al menos un millón de dólares, con una herencia promedio de 3,8 millones. Gracias a una disposición fiscal aprobada por George W. Bush, gran parte de esa riqueza estará disponible antes para los herederos de hoy.

En más de 171.000 familias se hicieron donaciones de al menos un millón de dólares entre 2011 y 2014, según el informe, lo que representa un gran salto con respecto a las 7.600 familias que hicieron donaciones por la misma cifra entre 2007 y 2010. Se espera que este sector siga impulsándose a partir de la nueva ley fiscal, que reduce impuestos a los ricos, así como por un mercado de valores en auge que se traduce en una demanda de casas de lujo.

Sin embargo, ya en otro momento el mercado inmobiliario estadounidense respondió a la demanda de viviendas más grandes. En los años posteriores a la crisis hipotecaria, los constructores se enfocaron en la construcción de casas y condominios más grandes y de mayor categoría, lo que agravó la escasez de viviendas que los compradores de nivel inicial podían permitirse.

El tamaño medio de las viviendas se ha reducido levemente desde su máximo en 2015, pero las nuevas viviendas de hoy en día son todavía un 50% más grandes que cuando la Oficina del Censo de EEUU comenzó a mantener un seguimiento a fines de la década de 1970.

Todo parece indicar que una nueva generación con alto poder adquisitivo y ávida de servicios y espacios lujosos conformará el mercado de bienes raíces estadounidense en los próximos años.

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