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La llevaron engañada y la mantuvieron retenida junto a su hija para obligarla a atender un local de comidas

Exactamente un mes después, se animó y llamó al 911. Al operador de la central de emergencias que la atendió le dijo que a su hermana y a su sobrinita las tenían secuestradas en el barrio de Flores. Concretamente, que la habían llevado bajo engaño a una vivienda en Bogotá al 3100, y que la mantenían retenida para obligarla a atender un local de comidas clandestino que funcionaba en ese lugar. Habían llegado allí el 28 de abril; el 28 de mayo la Policía de la Ciudad rescató a madre e hija.

Según informaron fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, la División Delitos de Trata realizó una investigación sumaria en la que se estableció que a la joven, de 24 años, le habían ofrecido trabajo para cuidar personas mayores, labor por la que le pagarían 18.000 pesos. Las dos mujeres que la contrataron le tramitaron el permiso de circulación por la emergencia sanitaria y el 28 de abril le pagaron el traslado en un remís desde su domicilio, en la localidad de General Pacheco, partido de Tigre, hasta la zona en la que funciona el paseo de compras mayorista y minorista del rubro textil con eje principal en la avenida Avellaneda, entre Flores y Floresta.

No bien llegó, la chica advirtió que la habían engañado: la obligaban a atender el local de comidas ilegal que funcionaba en uno de los departamentos de Bogotá al 3100, a través de una ventana con rejas. La joven estaba cautiva, con su hija de 4 años.

El juez federal Rodolfo Canicoba Corral, a cargo del caso, ordenó varios allanamientos. Así lograron liberar a la chica y a su hija, que estaban encerradas en un cuarto.

Personal de la Oficina de Rescate y Trata de Personas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Nación realizó peritajes psicológicos que revelaron que, efectivamente, eran explotadas por dos mujeres. Una de ellas fue trasladada a la comisaría de la Comuna 7, en tanto que la otra quedó en su domicilio bajo custodia policial.

Producto de los allanamientos se secuestraron teléfonos celulares y documentación de interés para la causa, caratulada como infracción a la ley 26.842, que tipifica la Trata de Personas.