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Nike la despidió por estar embarazada y ahora se cobrará su venganza en los JJ.OO.

Liz McColgan fue una de las mejores atléticas británicas a finales de los 80 y principios de los 90. Ganó la medalla de plata en los 10.000 metros de los Juegos Olímpicos de Seúl 88 y era una de las grandes bazas de su país de cara al Mundial de Tokio de 1991. Sin embargo, su preparación sufrió un serio revés cuando Nike, su principal patrocinador, rompió su contrato porque se quedó embarazada. Pese al golpe, fue capaz de ganar el oro corriendo con sus propias zapatillas y poco después de dar a luz.

Su hija, Eilish McColgan, es ahora también una figura del atletismo británico. Especialista tanto en los 1.500 metros, como en los 5.000 y los 10.000, competirá este verano en Tokio como hizo Liz hace 30 años poco después de que ella naciera y espera volver igualmente con una medalla. Serán los terceros Juegos Olímpicos para esta mujer que, obviamente, está patrocinada por otra marca deportiva.

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