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¿Ligar en la crisis de coronavirus? Nuevos tiempos para las citas

Melissa Hobley, directora de marketing de la aplicación de citas OkCupid, camina en un parque del centro de Manhattan, en la Ciudad de Nueva York.

Por Katie Paul, Inti Landauro y Ellen Francis

SAN FRANCISCO/MADRID/BEIRUT, 19 mar (Reuters) - La noche después de que el Gobierno español decretara el confinamiento de la población para contener la propagación del coronavirus, Marcos, de 30 años, reunió el valor para pedirle a la mujer a la que había estado enviando mensajes en Tinder durante tres días que lo visitara en su casa.

Para su sorpresa, ella aceptó. Ella llegó en taxi, con guantes, subió por las escaleras para evitar el ascensor, y se acostó con Marcos en su apartamento, tras lo cual ella insistió en que él le pidiera un taxi antes del amanecer para irse a casa.

"Es la primera vez que una chica acepta venir a mi apartamento en la primera cita", dijo Marcos, que trabaja de agente comercial. "Supongo que será mi último ligue hasta que todo esto termine".

Mientras los Gobiernos recurren a los estados de emergencia para combatir la epidemia del coronavirus e imponen medidas de distanciamiento social que impiden conocer a la gente en bares, cafés o restaurantes, el amor - o, por lo menos, el deseo - sigue abriéndose camino a través de las aplicaciones para citas.

Aunque algunos usuarios como Marcos se están conociendo en persona, muchos se están cortejando online debido a los riesgos que suponen los contactos para la salud pública, a menudo por videoconferencias dentro de las aplicaciones.

"Antes era más bien 'Hey, quiero conocer a alguien' y ahora es en plan 'Hey, tal vez después del coronavirus'", dijo un usuario veinteañero de Grindr en Beirut, que pidió no ser identificado porque la aplicación ha sido prohibida en Líbano.

No ha habido ningún cambio significativo en el número de personas que descargan aplicaciones para citas en Estados Unidos o en el mundo, según la firma de análisis Sensor Tower.

Bumble, una de las principales aplicaciones, dijo que la utilización se ha mantenido constante y en línea con las tendencias de la temporada, mientras que OkCupid, del grupo Match, afirma que ha experimentado un aumento en el uso entre los jóvenes en grandes ciudades como Nueva York

"Lo que estamos viendo en OkCupid es un verdadero deseo de conectar. Como cada vez más gente trabaja desde casa, cancelando todos los planes sociales, sin viajar, algunos se sienten solos y un poco aislados", dice la jefa de marketing de OkCupid, Melissa Hobley.

"En muchas ciudades, el coronavirus se ha convertido en uno de los principales rompehielos en los mensajes para buscar pareja".

Sin embargo, ya hay señales de que a las apps para citas les cuesta atraer a nuevos usuarios en países en los que se ha aplicado el confinamiento de la población, una medida que podría ser cada vez más habitual en todo el mundo.

Las instalaciones de Tinder, también del grupo Match, disminuyeron un 37% en España y un 41% en Italia la semana pasada con respecto a la semana anterior, según Sensor Tower.

ADVERTENCIAS SANITARIAS

La preocupación por la salud en personas que se plantean dar el salto del contacto virtual al físico ha llevado a Grindr y a Tinder a emitir advertencias sanitarias en las que se aconseja a los usuarios que tengan precauciones de higiene y que se laven las manos.

Una portavoz de Facebook dijo que Facebook Dating también estaba planeando emitir este tipo de notificaciones, aunque todavía no había empezado a mostrarlas.

OK Cupid destacó que la gente no debería reunirse en persona durante el brote de coronavirus, y tanto esta aplicación como Bumble estaban animando a la gente a participar en videochats.

Parece que algunos usuarios están haciendo caso.

Nick, director creativo de 33 años de edad en Nueva York, dijo que cree que la conciencia sobre el coronavirus es mayor entre los hombres homosexuales que recuerdan la pandemia del SIDA.

"La tentación de pasar tiempo en estas aplicaciones de conexión basadas en la localización es grande, pero tu responsabilidad para no quedar con extraños nunca ha sido mayor", dijo.

Los expertos en enfermedades dicen que los jóvenes con un sistema inmunológico robusto son los que menos probabilidades tienen de morir a causa de la enfermedad. Pero le han pedido a las personas que tienen entre 20 y 40 años y que pueden contagiar el virus a otros que alteren su comportamiento por el bien común.

DISPUESTOS A ARRIESGARSE

Sin embargo, Kelsey, una mujer de 29 años de Connecticut, dijo que la mayoría de las personas que encontró en Tinder y Hinge aún parecían estar abiertas a las relaciones. Un hombre con el que habló recientemente quería verse con ella, pero la familia de él le prohibió salir de la casa. Encontró a otro.

"Mi única razón para estar en [las aplicaciones] es para ligar, y eso no ha cambiado para mí. Si ellos están dispuestos a arriesgarse, yo también", dice.

Kartika, una estudiante indonesia de una universidad de Hong Kong, dice que seguía tan "activa como siempre" durante el brote de coronavirus, con uno o dos contactos a la semana.

Debajo de la cama de su dormitorio hay 500 mascarillas que sus preocupados padres le han enviado, todas sin usar. "No estoy tan preocupada. La mayoría de los jóvenes no lo entienden", dijo la joven de 19 años.

Seb, de 30 años, no visitó a su familia en la ciudad central de Wuhan, la zona cero de la epidemia de coronavirus, por miedo al estigma en su trabajo en Shanghái. Pero sí se fió de su nuevo amante, a quien conoció en Aloha, una aplicación para citas con gays, aunque el hombre estaba en su segundo día de cuarentena tras haber viajado.

"Como joven sano, no pensé que moriría aunque hubiera contraído el virus", dijo Seb, que no quiso dar su nombre completo.

SIN BESO DE FIN DE CITA

Keith Jones, 47 años, se mostró aprensivo cuando fue a su primera cita con una mujer que conoció en la aplicación Hinge a un restaurante mexicano en Syracuse, en el norte del estado de Nueva York.

"Normalmente, le das un abrazo a alguien al saludarlo, pero ambos dudamos", dice Jones, que añade que tuvieron cuidado de no beber del mismo vaso ni compartir plato, pero sí partieron en dos el postre, una tarta de chocolate sin harina.

No hubo beso al final de cita, dice Jones, aunque tiene planes de volver a ver a la mujer pronto.

Jones dice que cree que el mundo de las citas online cambiará drásticamente. "Todos estamos bien versados en enfermedades de transmisión sexual", dice Jones. "Ahora, un resfriado o la tos es mucho más aterrador que hace unos meses".

Para Kellyn Bechtold, de 33 años, un hombre con el que coincidió en Bumble y que conoció por primera vez la semana pasada durante un viaje a Málaga, España, es ahora su compañero de cuarto. Los dos congeniaron en la cita, compartiendo patatas fritas y besos. Una semana más tarde, ella se quedó atrapada en el apartamento del hombre, saliendo solo para una última compra mientras los militares patrullaban las calles para hacer cumplir las órdenes de confinamiento.

"Le conocí como hace una semana", dijo Bechtold en una entrevista telefónica. "Y hacemos lo que hace la gente después de haber estado saliendo durante seis meses o un año".

(Información de Micelle Nichols, Helen Coster, Benjamin Kellerman y Lauren Young en Nueva York; Ryan Woo en Pekín; Inti Landauro y Paola Luelmo en Madrid; Ellen Francis en Beirut; Ezgi Erkoyun en Estambul; Katie Paul y Elizabeth Culliford en San Francisco; Edición de Leela de Kretser y Pravin Char; traducido por Tomás Cobos)