Director de filme que desató protestas en Medio Oriente se mantiene oculto

El director de la película que desató protestas en Medio Oriente está "disgustado" por la muerte del embajador estadounidense en Libia y ha decidido recluirse, dijo el miércoles un colaborador del filme. (AFP/GETTY IMAGES | alex wong)

El director de la película antiislámica que desató protestas en Medio Oriente está "disgustado" por la muerte del embajador estadounidense en Libia y ha decidido ocultarse, porque teme por su vida y la de su familia, dijo el miércoles un colaborador del filme. Steve Klein, quien trabajó en la película de bajo presupuesto "Innocence of Muslims" ("La Inocencia de los Musulmanes"), dijo a AFP que el director Sam Bacile inicialmente tituló la cinta "La inocencia de Bin Laden" y esperaba que ayudara a los militantes musulmanes a convertirse. El filme se proyectó en Hollywood una vez, hace cerca de tres meses y sin llamar la atención, dijo Klein, que se declaró impactado por las protestas antiestadounidenses que desató esta semana en Egipto, Libia y Túnez. Cuatro estadounidenses, entre ellos el embajador en Libia, Chris Stevens, murieron este martes en un ataque contra su misión en Bengasi, en el este de Libia, por hombres armados que protestaban contra la cinta. Sam Bacile -aunque no es este su verdadero nombre- "está muy disgustado de que el embajador haya sido asesinado", dijo Klein, agregando que había hablado anteriormente con el cineasta por teléfono pero no sabía dónde se encontraba. Cuando Bacile se enteró de la muerte del embajador "se desvaneció, se derrumbó", agregó. "Están escondidos, recluidos también", dijo Klein, aludiendo a familiares de Bacile que residen en Egipto, añadiendo que el director está preocupado por la seguridad de éstos. El presidente Barack Obama ordenó reforzar la seguridad en todas las sedes diplomáticas estadounidenses tras el sangriento ataque, que coincidió con el aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. En una entrevista publicada el martes en el diario Wall Street Journal, Bacile atacó directamente al Islam. "El Islam es un cáncer", dijo el director al hablar del toscamente producido filme, que muestra al profeta Mahoma durmiendo con mujeres, hablando sobre matar niños y refiriéndose a un burro como "el primer animal musulmán". Contó además que trabajó con unos 60 actores y 45 técnicos para realizar la cinta de dos horas el año pasado en California (oeste de EEUU). "Es una película política, no religiosa", consideró. Klein, un ex marine estadounidense y activista cristiano, dijo a la AFP que Bacile le había comentado que la película pretendía llegar a los musulmanes radicales o militantes, para intentar mostrarles "la verdad" sobre su profeta y convencerlos de que renuncien a la violencia. "Su idea era hacerlos ir al cine y mostrarles la película sobre Mahoma, la verdad, para intentar que al menos una fracción de una fracción dijera: 'Ya no quiero seguir haciendo esto'", dijo. Agregó que el director, supuestamente un israelo-estadounidense, podría sufrir el mismo destino que el cineasta danés Theo Van Gogh, quien fue asesinado en 2004 tras desatar protestas por un filme antiislámico. Cuando se le preguntó si Bacile corría el riesgo de ser asesinado, Klein respondió: "Si se expone en público, de seguro que sí". La verdadera identidad del cineasta es un misterio. Reportes en línea citados por el New York Times sugirieron el martes que podría ser Morris Sadek, un cristiano copto nacido en Egipto y aliado de Terry Jones, el pastor de Florida (sureste) conocido por haber quemado ejemplares del Corán y quien por cierto promovió esta película. Klein dijo que sólo había conocido al director por el alias que le dio cuando se vieron por primera vez: Sam Bacile. Pero su nombre no arroja resultados cuando se hace una búsqueda en internet. Klein dijo además que no conoce la nacionalidad del cineasta y negó que las autoridades israelíes tuvieran algo que ver con el proyecto. "Yo sé que circulan algunos rumores de que Israel lo hizo. No. Israel no está involucrado (...) Sam trabajó mucho para conseguir todos los recursos". "Ese hombre es un genio", agregó. El director de la película que desató protestas en Medio Oriente está "disgustado" por la muerte del embajador estadounidense en Libia y ha decidido recluirse, dijo el miércoles un colaborador del filme.