Las lesiones en pleno vuelo más extrañas de la historia

Sid Lipsey

(Foto: Thinkstock)

Antes que nada, dediquemos un momento a pensar en las experiencias más infravaloradas de un viaje: los vuelos aburridos. Los vuelos en los que no pasa absolutamente nada, en los que la monotonía soporífera nos lleva a desear romper con ese estupor como sea (contando reposabrazos, leyendo de cabo a rabo y en ocasiones dos veces la revista del avión y todos sus anuncios o viendo una película de Nicholas Sparks).

Es cierto, los vuelos aburridos son una especie de tortura. Pero lo que no valoramos de ellos es que siempre bajamos bien del avión, porque un vuelo aburrido es uno seguro y próspero. Por otro lado, los vuelos emocionantes y repletos de sucesos son, a menudo, los que acaban con lesiones tan extrañas que, como pasa en los vuelos aburridos con las revistas, tienes que leerlas dos veces para creerlas. Hoy vamos a contarte las diez lesiones en pleno vuelo más sorprendentes de la historia.

Mira estas calamidades (algunas accidentales, algunas voluntarias y ninguna de ellas fatal) y recuerda: nadie de los que iba en esos vuelos podrá decir nunca que su vuelo fue aburrido. Así que, la próxima vez que tengas un vuelo monótono y aburrido, piensa a modo de consuelo que nadie saldrá herido (a menos que estén viendo una película de Nicholas Sparks).

Un vuelo realmente absorbente

En 1990, un piloto de British Airways, en un vuelo de Inglaterra a España, fue parcialmente absorbido hacia el exterior cuando estaba en la cabina, en pleno vuelo. Poco después de que el avión despegara de Birmingham, Inglaterra, con destino a Málaga, España, un limpiaparabrisas se desprendió a 7.000 metros. La consiguiente despresurización absorbió al piloto, sacándolo de su asiento y llevándolo hasta el agujero que se había ocasionado. La mitad de su cuerpo quedó fuera del avión. Por suerte, los asistentes de vuelo consiguieron sujetar las piernas del piloto y evitaron que su cuerpo saliera por completo del avión, mientras el copiloto llevaba a cabo un aterrizaje de emergencia. El capitán sufrió varias fracturas y riesgo de congelación, además de estar en shock, pero no le pasó nada más. Volvió a volar unos pocos meses más tarde.

Un propulsor golpea a una mujer

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El año pasado, un aterrizaje complicado fue todavía más difícil para una pasajera de Air Canada. Un avión que realizaba un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Edmonton derrapó, de forma que un propulsor se rompió y entró de golpe en el avión. Rompió la ventana y prácticamente rozó la cara de una pasajera. Aunque algunos restos de material la lastimaron a ella y a otros cuatro pasajeros también, la hélice no golpeó directamente a nadie y ninguna de las lesiones presentó peligro de muerte.

El caos de las nutrias

En 2009, un empleado del Aeropuerto Bush de Houston tuvo que hacer una reclamación bien particular: había resultado herido mientras intentaba atrapar unas nutrias. Al parecer, estos pequeños animalitos se habían salido de sus jaulas en el compartimento de carga durante la preparación del vuelo y el trabajador sufrió lesiones tratando de recuperarlas. Sus lesiones fueron aparentemente leves. El vuelo tuvo un retraso de 90 minutos.

No les habla el capitán

Aterrizar un avión es un asunto complicado. Entre que enciende la señal que indica a los pasajeros que se abrochen los cinturones, habla con los controladores aéreos y abre el tren de aterrizaje, es comprensible que el piloto se olvide de un detalle importante: avisar a los auxiliares de vuelo que está a punto de aterrizar. El 28 de junio, un vuelo de Air India sufrió turbulencias mientras trataba de aterrizar en Bombay. El piloto, absorto en las complicaciones del aterrizaje, olvidó avisarles a los auxiliares de vuelo que se sentaran antes de tocar el suelo. Como resultado cinco asistentes padecieron varias lesiones debido al inesperado aterrizaje.

Un pequeño puñal

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Hay una posible solución a los ronquidos de un compañero de viaje. Una mujer fue expulsada de un vuelo de Southwest Airlines en el Aeropuerto Internacional Midway de Chicago después de, presuntamente, clavarle un bolígrafo otro pasajero. Por lo visto este no había dejado de roncar mientras el avión estaba en pista, a punto de despegar -¿Se durmió antes de despegar? ¡Debía estar agotado!-. De modo que ella decidió “apuñalarlo” para que parara. Pero no fue así: él empezó a gritar de dolor. “Sí, me duele el brazo”, declaró más tarde al portal ABC7 de Chicago, “porque me apuñalaron con un bolígrafo”. El avión volvió a la puerta de embarque y la mujer fue expulsada. La víctima sufrió daños menores y decidió no presentar cargos.

Un acercamiento desafortunado

Muchas personas se burlan de los auxiliares de vuelo y, todavía peor, a veces los atacan. En 2003, un auxiliar de vuelo explicó un encuentro muy desafortunado con una pasajera, que se negó a seguir sus indicaciones de que se sentara y abrochara el cinturón de seguridad en repetidas ocasiones.

Primero, el mal comportamiento de la pasajera retrasó el servicio de la comida. Luego, lo que sucedió a continuación, lo explica mejor el propio asistente de vuelo en la base de datos de incidentes ocurridos en pleno vuelo, el Aviation Safety Reporting System (ASRS):

“Estaba empezando a gritar y a ponerse agresiva. Volví a su asiento para pedirle que, por su propia seguridad, por favor se quedara sentada y con el cinturón abrochado. Entonces, se giró hacia mí y cuando me tuvo en frente metió su mano entre mis piernas y me obligó a acercarme a ella. Sentí mucho dolor… y sentí cómo estiraba el tiro de mis pantalones y me acercaba cada vez más”.

Por suerte, el asistente de vuelo no sufrió daños graves.

Una actitud intolerante, y no solo al gluten

En un incidente de 2001 registrado en la base de datos de la ASRS, una pasajera que volaba de Londres a Miami se enojó cuando se le indicó que no había comida sin gluten. Según el informe, la pasajera “comenzó a lanzar todo lo que había en la bandeja. El plato de entrada caliente golpeó a un asistente de vuelo y al romperse quemó a quince pasajeros”. No se reportaron daños graves y la pasajera fue detenida por la policía cuando llegó a Miami. Puede que en la cárcel le dieran comida sin gluten.