Latinos son los demócratas de Reagan de hoy, así que es probable que Rubio sea el vicepresidente de Trump

Ahora que Joe Biden, de 81 años, abandonó de manera petulante la intervención de su partido y negó a entregar las llaves del auto de candidato presidencial, veo aún más probable dos cosas.

Primero, queDonald Trump será el próximo presidente, a menos que haga algo como pararse en medio de Fifth Avenue y dispararle a alguien. (Oh, espera, lo olvidaba, pudiera hacer eso y aun así ganar).

En segundo lugar, que el senador de la Florida Marco Rubio será el seleccionado de Trump para la vicepresidencia en la convención republicana de la semana próxima en Milwaukee.

¿Por qué “Little Marco”, como a Trump le divierte llamarlo, será el MAGA Mate?

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Porque, para asegurarse la victoria en estados disputados como Arizona y Nevada, el ex presidente Trump necesita seguir arrebatando electores latinos al presidente Biden y a los demócratas.

El senador federal de Florida Marco Rubio saluda a sus seguidores el martes antes de intervenir en un mitin de Trump en el Trump National, de Doral.
El senador federal de Florida Marco Rubio saluda a sus seguidores el martes antes de intervenir en un mitin de Trump en el Trump National, de Doral.

Recurrir al cubanoamericano Rubio ayuda a garantizar que más electores latinos se conviertan en lo que más expertos, como el estratega Mike Madrid, los llaman hoy: los nuevos demócratas de Reagan.

¿Qué son los demócratas de Reagan?, se preguntarán los millennials y la Generación Z. Se trata de demócratas tradicionales de clase obrera que, en la década de 1980, votaron por el presidente republicano Ronald Reagan, porque su predecesor demócrata, Jimmy Carter, había presidido una inflación de dos dígitos en la década de 1970 que había devastado los salarios.

Ayudan a explicar porqué, en la década de 2020, tantos demócratas latinos tradicionales están abandonando a Biden por Trump.

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Cualquier economista le recordará que la inflación golpea a la gente de minorías en este país, negros y latinos, más fuerte que a los blancos. Eso es particularmente cierto hoy en día porque la vivienda de alquiler, o la falta de ella, es una faceta tan inquietante de la persistente ecuación de la inflación de esta década: más de la mitad de los negros y latinos alquilan, en comparación con solo una cuarta parte de los blancos.

Pero aquí es donde los negros y los latinos se topan con una bifurcación en el camino político a pesar de ese camino económico compartido.

¿He dicho antes “gente de minorías”? En la década de 1980, los latinos eran más propensos a pensar en sí mismos de esa manera. No hoy, cuando son una parte mucho mayor de, bueno, la cara de Estados Unidos. Mientras que los electores negros pueden inclinarse más por Biden y los demócratas –cuyas políticas siguen considerando una mejor apuesta global para la gente de minorías–, más latinos pueden inclinarse por Trump y los republicanos porque se consideran parte del grupo blanco.

Por eso Rubio es también una mejor apuesta vicepresidencial para Trump hoy en día, desde el punto de vista latino, de lo que habría sido para Reagan en la década de 1980.

En aquel entonces, la mayoría de los latinos habrían sentido poco o ninguna afinidad con un cubanoamericano cuya ascendencia representa solo el 4% de la población latina predominantemente mexicano-americana. De hecho, dadas las evidentes ventajas migratorias de las que disfrutan los cubanos frente a otros latinos, Rubio probablemente habría alejado a los latinos de la candidatura en aquellos tiempos.

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En 2024, sin embargo –cuando la mayoría de los latinos dicen a los encuestadores que ellos también creen que la inmigración ilegal es un problema importante en la frontera sur de Estados Unidos–, son más propensos a ver a un cubano blanco archiconservador como Rubio más como amigo que como enemigo.

La mayoría de los demócratas parecen no tener ni idea de eso; oyen la vil vulgaridad antiinmigrante de Trump y suponen que los latinos abrazan a Biden. El partido tampoco parece ser consciente de que la inflación tiene una cualidad de TEPT para los latinos, ya que juega un papel muy importante de eso de lo que ellos y sus padres y abuelos estaban escapando en América Latina para empezar.

Así que recuerden: para muchos latinos, inflación es sinónimo de socialismo; y nadie es más hábil que Trump para equiparar a los demócratas con los socialistas.

Quizá Biden tenga razón cuando insiste en que bajo su administración el desempleo latino y la pobreza infantil son menores que bajo el mandato de Trump.

Pero tal vez todo eso no importe. Biden obtuvo alrededor del 60% del voto latino en 2020, pero una encuesta del New York Times/Siena College muestra que ahora solo obtiene el 47%, frente al 46% de Trump.

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Esa es una razón de peso por la que Trump será probablemente el próximo presidente.

Tim Padgett es el Editor de las Américas para WLRN, cubriendo América Latina, el Caribe y su relación clave con el sur de la Florida. Contacte a Tim en tpadgett@wlrnnews.org

Este artículo es del socio de noticias del Miami Herald WLRN-91.3 FM