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Las personas obesas son más sensibles al aroma de la comida

Por Madeline Kennedy (Reuters Health) - Las personas obesas son mejores para detectar el aroma del chocolate y lo hacen con más placer que las personas con peso normal, según un estudio pequeño de Reino Unido publicado en Chemical Senses. Los autores publican que estudios recientes hallaron que el aroma tiene un papel importante en la alimentación porque el olfato está asociado con el centro de control del hambre en el cerebro. "En una era de crecimiento mundial de la obesidad, aún necesitamos comprender mejor el papel del olfato en la conducta alimentaria", dijo el autor principal, Lorenzo Stafford, profesor senior del Centro de Psicología Comparativa y Evolucionaria de la Universidad de Portsmouth en Inglaterra. Su equipo seleccionó a 40 estudiantes universitarios y los organizó en dos categorías: obesos y no obesos. No fumaban, eran saludables y no hacían dieta ni tomaban supresores del apetito. No participaron personas con bajo peso ni con alteraciones del sabor o el olfato. Primero, los estudiantes sintieron un aroma artificial del chocolate amargo y calificaron su intensidad y el placer que les producía. Los investigadores diluyeron el sabor en soluciones de distinta intensidad para determinar cuál era la concentración más baja que podían detectar. Además, evaluaron el sentido del gusto de los participantes con los cuatro sabores principales: ácido, salado, amargo y dulce. Para eso, les rociaron la lengua con soluciones de cada sabor y les pidieron que identificaran y calificaran la intensidad de cada una. El equipo analizó los resultados para identificar la relación entre el olfato, el gusto y el peso. Halló que el grupo obeso detectaba mejor que el grupo no obeso el aroma del chocolate y lo consideraba más placentero. Además, percibía los sabores salado y ácido con más intensidad que el grupo con peso normal. No hubo diferencia entre los grupos en la detección de los sabores amargo y dulce. El olfato, según explica el equipo, es importante en la conducta alimentaria porque activa el centro de recompensa del cerebro. Stafford dijo que las claves sensoriales, como las imágenes y los olores, refuerza el deseo de consumir sustancias adictivas y, en teoría, los alimentos. Lucy Donaldson, de la Universidad de Nottingham, opinó que como los resultados demostrarían la preferencia por los productos dulces, lo mismo podría aplicarse a los alimentos dulces de bajas calorías, como las frutas. Consideró que se necesitan más estudios para refinar los resultados. Donaldson, quien no participó del estudio, recomendó por correo electrónico: "La alimentación variada y equilibrada es la opción más saludable". FUENTE: Chemical Senses, online 13 de marzo del 2015.