Las nuevas tecnologías marcarán las protestas y movilizaciones del futuro

Grupos de independentistas cortan el tráfico en la frontera entre España y Francia (Photo by Adria Salido Zarco/NurPhoto via Getty Images)
Grupos de independentistas cortan el tráfico en la frontera entre España y Francia (Photo by Adria Salido Zarco/NurPhoto via Getty Images)

Mientras escribo estas letras, el cuerpo de policía y antidisturbios de Francia están desalojando a la fuerza a los efectivos de los CDR (Comités de Defensa de la República) en su intento de retener o paralizar el tránsito de vehículos y mercancías en la frontera de la Jonquera. Anteriormente se habían movilizado para colapsar el aeropuerto del Prat y diversas infraestructuras de transportes (autopistas y vías ferroviarias), en concentraciones y convocatorias realizadas de manera efectiva y casi anónima mediante redes sociales y foros.

No está ocurriendo solo en España. En muchas otras partes del mundo los ciudadanos empiezan a demostrar su descontento de maneras cada vez más creativas y disruptivas. Huelgas y manifestaciones masivas de estudiantes para reivindicar acciones contra el cambio climático, protestas coordinadas de manera eficaz en Chile para evitar las tarifas en el transporte público, convocatorias en el Líbano bloqueando carreteras mediante cadenas humanas frente al aumento de los impuestos. Hace tan solo unos días, la plataforma The Conversation publicaba un artículo con un titular claro y conciso: El futuro de las protestas ciudadanas es la alta tecnología… y tienen razón.

Las protestas convencionales, organizadas y convocadas por instituciones y asociaciones públicas, como sindicatos y ONGs, mediante medios tradicionales están dando paso a concentraciones efectuadas de manera casi instantánea por colectivos descentralizados, casi anónimos, que utilizan eficazmente las incontables tecnologías a disposición de los usuarios particulares. En general, los métodos, convocatorias y acciones que se están utilizando para la desobediencia civil y la acción directa también se están volviendo cada vez más novedosas.

Miles de manifestantes se organizan de manera rápida y eficaz mediante apps, foros y redes sociales (Photo by Adria Salido Zarco/NurPhoto via Getty Images)
Miles de manifestantes se organizan de manera rápida y eficaz mediante apps, foros y redes sociales (Photo by Adria Salido Zarco/NurPhoto via Getty Images)

El primer elemento que sorprende es la rapidez tanto en las convocatorias como en las respuestas de los activistas. En el caso de #TsunamiDemocratic y sus acciones para paralizar infraestructuras como aeropuertos o vías de tren, no solo han incorporado los canales de Twitter o Telegram, sino que incluso están en proceso de desarrollo de una APP para dispositivos móviles diseñada para coordinar protestas en tiempo real dependiendo de la ubicación de las personas. La propia Revista tecnológica WIRED, dedicó un artículo a esta iniciativa describiéndola como “una nueva forma de activismo online”.

Las acciones tecnológicas no solo son efectivas, sino que también incluyen una buena dosis de imaginación para solventar problemas: Para garantizar que la aplicación permanezca en manos de manifestantes, en lugar de la policía u otros infiltrados, los usuarios solo pueden acceder a ella a través de un código QR de alguien que ya es miembro de la red. Cada persona que se une a la APP recibe diez códigos QR para invitar a otros… lo que asegura una rápida difusión.

La tensa lucha entre los activistas y las autoridades se traslada también a la red en una batalla por webs y foros que unos pelean por mantener online mediante estrategias informáticas (como páginas espejo y red Tor) y otros buscan la manera de cerrar o limitar su acceso.

Gracias a la tecnología, estos movimientos se están volviendo más organizados y creativos que nunca, por lo que convendría debatir sus acciones no solo desde un punto de vista político sino con un análisis más profundo de sus innovaciones tecnológicas aplicadas a movimientos ciudadanos de manera realmente imaginativa… estrategias que se trasladan y copian en otras partes del planeta a una velocidad de vértigo.

Referencias y más información:

Quique García “The future of protest is high tech – just look at the Catalan independence movement” The Conversation UK

Laurie Clark “Catalonia has created a new kind of online activism. Everyone should pay attention” WIRED.com