Las naciones árticas, unidas contra el cambio climático pese a tensiones con Rusia

Por Arshad Mohammed IQALUIT, Canadá (Reuters) - Las ocho naciones que forman el Consejo Ártico prometieron redoblar sus esfuerzos para combatir el cambio climático que está destruyendo la vasta región helada, intentando dejar a un lado sus diferencias. El encuentro, celebrado el viernes en la ciudad canadiense de Iqaluit, a 300 kilómetros al sur del Círculo Polar, reunió a Canadá, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia, Suecia y Estados Unidos, que prometieron trabajar para disminuir las emisiones de carbono negro y metano. Ambos combustibles son particularmente dañinos para el Ártico, cuyo mar de hielo fue este año el más pequeño en invierno desde que comenzó a registrarse por satélite en 1979, de acuerdo con datos de los Estados Unidos. La región se está calentando al doble de velocidad que otras zonas del globo, lo que amenaza a las comunidades tradicionales, incluso aunque deje al descubierto nuevos pasos para vías marítimas o yacimientos de combustible y recursos minerales. Durante la reunión, las distintas naciones intentaron limar sus diferencias, que quedaron en evidencia después de la anexión rusa de Crimea en marzo de 2014 y de que, a juicio de los países occidentales, las tropas rusas prestaran apoyo a los separatistas del este de Ucrania, algo que el Kremlin niega. Rusia también generó descontento en marzo cuando llevó a cabo una serie de maniobras militares por todo el país, incluyendo el Ártico, en las que participaron más de 45.000 efectivos, con aviones y submarinos. Leona Aglukkaq, la ministra de Medio Ambiente de Canadá y anfitriona del evento, no mencionó a Ucrania durante las charlas, pero dijo en la conferencia de prensa de clausura que había sacado a relucir el tema en privado con el ministro de Recursos Naturales de Rusia, Sergei Donskoi. El resultado más tangible de la reunión del Consejo fue una nueva promesa inflexible de incrementar los esfuerzos para luchar contra las emisiones de carbono y metano. Procedente de los motores diesel y los hornos alimentados con madera, el carbono negro se incrusta en la nieve y el hielo, haciendo que retenga más calor y se derrita más deprisa. El metano es un gas de efecto invernadero que, una vez liberado en la atmósfera, también provoca que la Tierra retenga más calor. Estados Unidos, que presidirá el Consejo los dos próximos años, esperan adoptar "un objetivo colectivo ambicioso sobre el carbono negro", para la siguiente reunión del grupo en 2017, dijo el secretario de Estado estadounidense John Kerry. (Editado en español por Gabriel Sánchez en Madrid)