Las Islas Faroes: el primer territorio europeo libre de coronavirus y sin ningún fallecido

Las Islas Feroes son el primer país libre de coronavirus de Europa. Así lo declaró la primera semana de mayo el gobierno de este archipiélago de 18 islas volcánicas que desde el aire parecen diminutos promontorios de tierra en la frías aguas del Atlántico Norte, justo a medio camino marítimo entre Escocia, Islandia y Noruega.

La lejanía y la insularidad fue el primer escudo para protegerse del coronavirus. El segundo cortafuego fue el estricto control sanitario impuesto desde que el comienzo de la pandemia.

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Mirada del caso urbano de Tórshavn, capital de las Islas Feroe, que se encuentra en la isla de Streymoy. (Getty Images)

El 16% de la población de un poco más de 50.000 habitantes fue analizada para detectar posibles contagios. De las 8.400 personas sometidas a las pruebas, 187 casos resultaron positivos pero todos superaron la enfermedad y las autoridades lograron interrumpir las líneas de contagio con meticulosos aislamientos.

Además de ser el primer país de Europa sin Covid-19, las Islas Feroes también se pueden jactar de ser uno de los pocos países sin fallecidos por la pandemia.

El primer ministro Steig Nielsen no ocultó su satisfacción y aseguró que los resultados fueron producto de la aplicación oportuna de las medidas necesarias y del respeto a rajatabla de la ciudadanía a los lineamientos sanitarios y el distanciamiento social.

Una de las ventajas de no tener nuevos casos de coronavirus es que la federación nacional de fútbol reinició los partidos con la asistencia de aficionados, aunque los estadios no puedan estar repletos y todos los espectadores tengan que mantener distancias de seguridad.

Visita remota

Pero el coronavirus es astuto y en las Feroes no piensan bajar la guardia. Y no hay mejor medida para blindarse que prohibir los viajes físicos de visitantes extranjeros. Los residentes que regresen del exterior están obligados a respetar una cuarentena de 14 días.

Las visitas remotas tienen sus horarios establecidos y los turistas virtuales pueden turnos para controlar el rumbo del guía. (Captura de pantalla)
Las visitas remotas tienen sus horarios establecidos y los turistas virtuales pueden turnos para controlar el rumbo del guía. (Captura de pantalla)

Eso no significa que los feroeses están cerrando las puertas a los turistas. Por el contrario, invitan a las personas confinadas por la pandemia en cualquier lugar del mundo a probar el "turismo remoto", una experiencia parecida a un juego virtual en el que el visitante puede controlar desde su ordenador o móvil hacia dónde debe dirigirse su guía turístico en sus recorridos por la isla.

“Con el móvil, la tableta o la PC, puedes explorar las escarpadas montañas de Feroes, puedes ver de cerca sus cascadas y descubrir las casas tradicionales con techos de césped al interactuar, en vivo, con los feroeses, quienes serán tus ojos y tu cuerpo en un tour exploratorio".

En el video promocional, la directora de la iniciativa Visita las Islas Feroe, dice en perfecto inglés: "Ahora que no tenemos ningún turista en las Islas Feroe, tenemos mucho tiempo libre. Así que pensamos que podíamos darles la oportunidad a los que no pudieron visitarnos como lo tenían planeado y a todos de conocer las Islas Feroe a través de nosotros".

Los turistas pueden aventurarse a esta experiencia entrando en la página web Visit Faroe Islands, donde pueden mirar a qué hora comienza la próxima visita guiadas.

Los viajeros virtuales pueden pedir a los guías que caminen hacia adelante, atrás, a la derecha, a la izquierda, que corran o salten.

Hojgaard dijo que los guías muestran su recorrido mediante cámaras que transmiten en vivo (aunque sólo pasean por zonas seguras). Uno de los atractivos es que los guías no sólo caminan, también navegan en botes, montan a caballo o vuelan en helicóptero.

La idea es mantener a las Islas Feroes en el radar de los viajeros para que no duden en considerarlas como un destino vacacional cuando acabe la pandemia.

Aunque la mitad del Producto Interno Bruto de las islas proviene de la industria pesquera, el turismo representa la segunda fuente de ingresos y la fuente de trabajo de muchos.

Viajar al norte

No cabe duda de que hay mucho explorar en esta nación que forma parte del Reino de Dinamarca, pero que cuenta con su propio idioma, derivado del nórdico antiguo, posee una rica gastronomía a base de pescados, mariscos y corderos, y donde se pueden admirar auroras boreales que pintan de colores el cielo nocturno desde septiembre hasta abril.

Las vistas marinas y los acantilados son los protagonistas de estos parajes montañosos donde no crecen los árboles por la erosión constante del viento, no hay cárceles, ni semáforos y donde conviven personas de 80 nacionalidades.

Estar rodeados de mar no significa que el agua es lo suficientemente fría para echarse un chapuzón. La temperatura promedio del agua ronda los 8ºC y en un día soleado de verano es posible disfrutar de unos 16ºC. A pesar de estar tan al norte, el clima del invierno no se parece a las heladas continentales, sino que se mantienen sobre los 3ºC.

Excavaciones arqueológicas han mostrado que las islas fueron habitadas desde el año 300 y que a pesar de su lejanía han mantenido un contacto cercano con las culturas de los países cercanos.

Una de las muestras de esos vínculos culturales y comerciales con el mundo es que un tercio de su población murió por la llegada de la Plaga Negra en 1349. Siete siglos más tarde, blindaron sus fronteras para protegerse. Por algo su lema promocional es que son "el secreto mejor guardado de Europa"