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Las camas solares no sólo existen en los salones de bronceado

Por Kathryn Doyle (Reuters Health) - Investigadores de Estados Unidos advierten que la oferta de bronceado artificial fuera de los salones especializados promueve un uso riesgoso de las camas solares debido a la laxitud normativa. Fuera de los salones de bronceado, las estadounidenses utilizan camas solares en gimnasios, clubes, viviendas y complejos de departamentos. Esto favorece conductas de bronceado más riesgosas, según opinó Joel Hillhouse, del Colegio de Salud Pública de East Tennessee State University, Johnson City, y coautor de una carta de investigación. "Esos sitios de bronceado alternativos despertaron nuestra atención porque, en general, la literatura médica no se ocupa de ellos ni aparecen en las normas para limitar el acceso de los menores a las camas solares", dijo Hillhouse. Su equipo analizó las respuestas de una muestra de 823 mujeres de entre 18 y 25 años a una encuesta online sobre los hábitos de bronceado. El 27 por ciento dijo que alguna vez había utilizado cama solar y el 13 por ciento lo había hecho el año anterior. Dos de cada cinco de esas participantes se había bronceado fuera de un salón especializado; la mayoría había optado por un gimnasio o un club, un salón de belleza o una vivienda privada. Los sitios menos concurridos eran las camas solares de los complejos de departamentos, según publica el equipo en JAMA Dermatology. Esas participantes usaban dos veces más sesiones de cama solar que las mujeres que sólo concurrían a los salones de bronceado y eran tres veces más propensas a haber padecido depresión que el otro grupo. "La frecuencia del uso de camas solares en los gimnasios y las viviendas es muy alta, mucho más que lo esperado", dijo la doctora Eleni Linos, especialista en salud pública y dermatología de University of California, San Francisco. "Esto es preocupante porque no sabemos cuán seguro es el uso de las camas solares sin supervisión". Además, "ignoramos si las normas sobre el límite de edad rige en esos sitios", agregó Linos, que no participó del estudio. Recordó que la Organización Mundial de la Salud clasificó las camas solares como cancerígenos de clase 1, junto con el tabaco y el asbesto. "En los gimnasios y los complejos de departamentos, el uso de las instalaciones de bronceado no está supervisado. Cuando esto ocurre, los usuarios utilizan esas instalaciones con más frecuencia que en los salones de bronceado, donde el uso suele reducirse a dos sesiones por semana", dijo Brenda Cartmel, investigadora especializada en prevención del cáncer y sobrevida de la Facultad de Salud Pública de Yale, New Haven, Connecticut, y que no participó del estudio. "A mayor exposición, mayor riesgo de cáncer cutáneo", resumió Cartmel vía e-mail. FUENTE: JAMA Dermatology, online 24 de junio del 2015.