La vida se ceba con Ana Obregón

ALCOBENDAS, SPAIN - MAY 05: Ana Obregon attends the 'Casa MO' party on May 05, 2022 in Alcobendas, Spain. (Photo by Carlos Alvarez H./Getty Images)
ALCOBENDAS, SPAIN - MAY 05: Ana Obregon attends the 'Casa MO' party on May 05, 2022 in Alcobendas, Spain. (Photo by Carlos Alvarez H./Getty Images)

La presentadora Ana Obregón no logra levantar cabeza y es que cuando empieza a recuperar su alma de un suceso traumático, llega un nuevo susto a su vida. Ana es una mujer familiar y agradecida a los suyos, siempre lo ha demostrado tanto en redes sociales como fuera de ellas.

Sus pilares fundamentales a día de hoy son sus hermanas, Amalia y Celia, que son su gran apoyo desde que ha perdido a los dos grandes amores de su vida. Obregón es una persona fuerte y ha demostrado que sigue luchando por superar el luto que supone decir adiós a una madre y aun hijo.

Álex Lequio falleció en mayo de 2020 y, todavía rota de dolor por esta trágica pérdida a manos del cáncer, a Ana le tocó despedir a su madre en mayo de 2021 sin tener tiempo de procesar tanta desolación.

Ahora y tras un año realmente traumático y rodeado de malas noticias, Obregón ve peligrar la salud del patriarca, el último eslabón del núcleo duro de su familia, su padre. Con toda la fortaleza que ha demostrado, per con un miedo humano y atroz totalmente comprensible, la bióloga y actriz se enfrenta al temor tras ver ingresado a su padre.

Antonio García se encuentra hace unos días ingresado en una clínica de Madrid, a sus 95 años de edad, la misma edad con la que falleció Ana María, madre de Ana. Tanto ella como Amalia y Celia están viviendo este ingreso con angustia pero también con dedicación absoluta, como una gran -pequeña- piña que son las tres, siempre unidas en los peores momentos de la vida.

El hecho de volver a estar en la UCI de un hospital no debe ser sencillo para ninguna de ellas y es que los olores, el vaivén de médicos y personal sanitario, la difícil comunicación a causa de la pandemia y un sinfín de factores más, las deben transportar inevitablemente a instantes recientes y profundamente críticos de sus vidas.

Dentro del enorme susto que supone este ingreso, Antonio evoluciona favorablemente y ahora se encuentra en planta habiendo podido abandonar la unidad de cuidados intensivos. Ya en 2016 García estuvo ingresado al caerse escaleras abajo en su casa y al año siguiente, tuvo una infección en los riñones que también despertó cierta preocupación.

En esta ocasión, Antonio ha sido ingresado por un tema infeccioso y en el hospital, además, le han tenido que instalar un marcapasos. Su edad de riesgo suponía un elemento clave en todo el proceso pero, según apuntan algunos medios nacionales, todo ha salido bien.

Es normal que Ana Obregón todavía no respire tranquila hasta que no vea que su papá se recupera en casa y sin complicaciones y es que, desde luego, la vida se está cebando con la presentadora en este último año y se merece un respiro para poder reencontrar esa paz que las desgracias y sustos de menor calado pero alarmantes, le siguen robando a día de hoy.