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La vida del Chapo Guzmán en corridos

POR Juan Alberto Vázquez-. De todos los productos surgidos en la extensa fábrica de la narcocultura sinaloense, los corridos representan el más acabado discurso de la exaltación. Ni cómo alegar al hecho de que hacen una completa apología de las andanzas, reales o ficticias, de los grandes capos de la siembra y distribución de estupefacientes, que nunca son tan bien tratados como en esos octosílabos.

Hay una cruzada contra los narcocorridos que inició con el siglo, pero en estas prohibiciones promovidas por gobiernos o Cámaras e Industrias de Radio y Televisión locales, se aprecia un esfuerzo estéril o cuando menos incompleto pues se pretende censurar la música pero no las narcoseries de televisión, la literatura relativa, obras de teatro o cualquier otra manifestación que refleje la maravillosa vida de nuevos ricos de los narcos.

El Chapo Guzmán/Vía People en Español
El Chapo Guzmán/Vía People en Español

Breve historia de la música que canta a los narcos

En el 2011, en el peor momento de la guerra “contra las drogas” desatada desde el 2006 por el entonces presidente de México, Felipe Calderón, los narcocorridos recibieron prohibiciones directas en radio y televisión y después en sitios públicos como plazas, panteones o presentaciones en vivo.

El estado de Chihuahua fue el primero, pero luego la moda creció hasta alcanzar Sonora, Coahuila, incluso Sinaloa. Ya en el 2018 llegó a estados del centro del país como Querétaro y Michoacán, donde artistas como Los Tucanes de Tijuana, Gerardo Ortiz o el Komander, han sido acusados de hacer apología del delito e invitados a tocar otros temas en sus conciertos.

Sin embargo, las prohibiciones en los medios tradicionales libran una batalla dispareja en tiempos de YouTube, los podcast, estaciones por Internet o hasta archivos mp3 que se convierten en las opciones inmediatas de los consumidores que mantienen la demanda firme.

El origen de la música que canta a los narcos debemos buscarlo en los corridos, aquella tradición oral y musical mexicana que data del siglo XIX, que relataba hechos específicos en la azarosa vida de un bandolero o contaba las peripecias de algún baile terminado en tragedia. Aunque también funcionaban como mensajes amorosos en tiempos que la comunicación entre los sexos era más complicada.

Los corridos revolucionarios llegaron a ser tan populares que se incrustaron para siempre en la memoria auditiva y cultural de México.

Ejemplo de un corrido compuesto en 1915. (Foto de dominio público)
Ejemplo de un corrido compuesto en 1915. (Foto de dominio público)

Pero luego de varias décadas en que su popularidad disminuyó, los corridos resurgieron como expresión del narco a inicios de los años 70 con Los Tigres del Norte y su festejada “Contrabando y Traición”, donde surgieron las figuras de Camelia la Tejana y Emilio Varela.

Desde Sinaloa nacieron las gestas de los grandes capos y su lucha contra la autoridad, que después tuvo en Chelino Sánchez a su principal exponente. Pero a la vuelta de los años, este género musical ya proponía loas a la ostentación y la violencia de los “héroes” a quienes les cantaba (y que muchas veces pagaban porque les compusieran canciones), abriendo una ruta que luego recorrería el hip hop americano, que pasó de ser un asunto casi racial y comunitario, a una exaltación de la riqueza y el poder.

Así es como llegaron grupos norteños como Los Tucanes de Tijuana, Valentín Elizalde, Movimiento Alterado, MS, Fidel Rueda, BuKanas, Buitres, Calibre 50, y un sinnúmero de ofertas similares que nunca se dieron abasto con tantas historias surgidas alrededor de los cárteles de la droga.

Las odas al Chapo

En el juicio contra Joaquín Guzmán Loera en Nueva York, Miguel Ángel Martínez y Martínez -su manager entre 1988 y 1998- testificó que al Chapo le gustaba mucho el corrido “Un puño de Tierra”. De ser cierto, es probable que no le gustaran tanto las docenas de repetitivas y sosas melodías que cuentan desde su infancia, marcada por la pobreza y la marginación, hasta su extradición a EEUU.

“Los recuerdos del Chapo”, Código FN (1980)

“Ya me cansé de esperar, para en la vida ser alguien. La vida me da de todo menos lo que yo he querido, voy a tener que arriesgarme”, dice el inicio de esta canción que recorre sus primeros años y de algún modo justifica que en su juventud se haya dedicado a la siembra y distribución de marihuana y amapola.

Este mismo argumento lo hemos escuchado en el juicio, primero en el alegato inicial de la defensa por parte de Jeffrey Litchman, y ya después en boca del propio acusado en aquel fragmento de la entrevista que le dio a la revista Rolling Stone donde aseguró que la suya era una familia “muy humilde, muy pobre y donde yo me crié en el rancho La Tuna, hasta la fecha, no hay fuentes de trabajo. La manera de tener para comprar la comida, para sobrevivir, era sembrando amapola y marihuana”.

“El Chapo Guzmán”, Los Tucanes de Tijuana

La primera gran aparición mediática del Chapo fue cuando lo presentaron en el Penal de Alta Seguridad de Almoloya, tras de ser detenido en junio de 1993. A esto se refieren los Tucanes cuando cantan “En Guatemala señores, cobraron la recompensa, ahí agarraron al Chapo las leyes guatemaltecas, un traficante famoso que todo el mundo comenta”.

Fotografía de archivo del 10 de junio de 1993 de Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, mientras es mostrado a los medios de comunicación después de su arresto en la cárcel de alta seguridad de Almoloya de Juárez, en las afueras de la ciudad de México. (Foto AP/Damian Dovarganes, Archivo)
Fotografía de archivo del 10 de junio de 1993 de Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, mientras es mostrado a los medios de comunicación después de su arresto en la cárcel de alta seguridad de Almoloya de Juárez, en las afueras de la ciudad de México. (Foto AP/Damian Dovarganes, Archivo)

En la sala del juez Brian Cogan hemos vuelto al año 1993 y recordamos como, en la cúspide de su carrera, El Chapo y el Cártel de Sinaloa libraban una guerra muy violenta contra los hermanos Arellano Félix del Cártel de Tijuana. Como resultado de esa batalla tuvimos la balacera en la discoteca Christine de Puerto Vallarta (1992) y el asesinato en el Aeropuerto de Guadalajara del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.

“Tres Misiones”, Los Hijos de Sinaloa

Este trío norteño intentó adentrarse en la mente de Guzmán Loera cuando estaba recluido en un penal de alta seguridad en Jalisco. “Tres misiones importantes son las que tengo en la vida, escapar de Puente Grande eso lo traigo en la mira, son las palabras del Chapo antes de su partida”.

Las otras dos misiones, a decir de la letra, eran reorganizar su cártel, cosa que finalmente sucedió, y darse una vida de lujos. De hecho, las gestas de sus fugas, su inmenso poder corruptor y su capacidad para trasladar droga de Colombia a EEUU son de las acusaciones en su contra que más pesan.

“La Fuga del Chapo Guzmán”, Ariel Camacho

Si la anterior canción ya lo adelanta, en esta de Ariel Camacho finalmente mencionan a un Chapo en libertad. “No se vayan a olvidar, por suerte me encuentro libre, ya me escapé del penal, y si Dios me da licencia, ya no pienso regresar. Adiós les dice su amigo el señor Chapo Guzmán”.

A partir de este momento su leyenda crece y comienza a forjarse el perfil del “Más buscado y peligroso del mundo”. En el juicio se ha mencionado que el 2002 fue un año complicado para él pero ya después comenzó a traficar volúmenes considerables de droga y a recuperar su lugar dentro de los liderazgos de la organización.

“La Captura del Chapo”, Jorge Santa Cruz

Otro episodio bastante difundido fue la segunda captura del narcotraficante sinaloense que en el 2014 ya era una celebridad en el mundo entero. En ese año había ingresado en escena, Emma Coronel, quien se casó con Joaquín Guzmán en julio del 2007 y que como su última mujer vive en Nueva York y acude a diario a escuchando todo lo que se dice de su marido en la corte.

Reproducción fotográfica de un dibujo realizado por la artista Jane Rosenberg donde aparece Emma Coronel (d) mientras sigue el juicio de su esposo, el narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán (c), hoy, lunes 26 de noviembre de 2018, durante una audiencia en el tribunal del Distrito Sur en Brooklyn, Nueva York (EE.UU.). EFE/Jane Rosenberg
Reproducción fotográfica de un dibujo realizado por la artista Jane Rosenberg donde aparece Emma Coronel (d) mientras sigue el juicio de su esposo, el narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán (c), hoy, lunes 26 de noviembre de 2018, durante una audiencia en el tribunal del Distrito Sur en Brooklyn, Nueva York (EE.UU.). EFE/Jane Rosenberg

Volviendo al 2014, el cerco sobre El Chapo se cerró en los condominios Miramar de Mazatlán, Sinaloa y Jorge Santa Cruz nos lo recuerda. “Carretera a Mazatlán, kilometro 24, fue donde pegó al huida el más grande de los capos, el Bravo ya lo esperaba mientras marinos buscaban, apenas salió del túnel, cuando el Chapo ya llegaba…”.

“Se volvió a pelar mi apá”, Calibre 50 (2014)

Uno de los grupos más sólidos en los años recientes en temas de narcocorridos es el de Calibre 50. “Se preguntan en Los Pinos cómo se pudo fugar, si cargaba brazalete, traía marca personal, el Chapo no dijo adiós, porque odia las despedidas, cuentan del pasillo 2, el Chapito traía prisa”, recrea éste grupo sobre la fuga por un túnel cavado de su celda hacia una finca cercana al Penal de Alta Seguridad del Altiplano. Sin duda una de las fugas más espectaculares que criminal alguno haya realizado y que quedó plasmada en esta canción.

“La gallina de los huevos de oro”, El Mustang de la Sierra (2015)

Está dedicada al encuentro que tuvieron la actriz Kate del Castillo y El Chapo mientras planeaban la filmación de la vida del narco. El proyecto finalmente no se realizó porque la Procuraduría General de la República dijo que investigaba a la actriz que dio vida a la Reina del Sur por presunto lavado de dinero con recursos de procedencia ilícita.

“Allá en lo alto de la sierra, con el canto de las aves, se juntaron dos figuras, para un proyecto muy grande, la señora del Castillo y el capo más importante”. El Mustang dejó fuera de su corrido a Sean Penn, quien traicionó a los mexicanos.

“El Corrido de la Extradición del Chapo Guzmán”, Los Tokayos de la Sierra (2017)

“Compadre Maya Zambada, seguiremos trabajando, aunque me encuentre encerrado el cártel sigue operando, las rejas no me detienen, desde aquí sigo mandando”, se lee en una línea pero la realidad es que en el Juicio del Siglo la estrategia del Chapo y su defensa es la de señalar a Ismael “El Mayo” Zambada como el verdadero líder del Cártel de Sinaloa.

Por su parte, el Mayo ha tenido en su hermano Jesús “El Rey” Zambada a un digno representante en la misión de hundir a Joaquín. Los compadres se han dado con todo en la arena de un juzgado en Brooklyn.

“El Encierro de Joaquín”, Los Alegres del Barranco (2017)

Los Alegres del Barranco suponen que el Chapo tiene alguna posibilidad de escaparse de la prisión de alta seguridad en Manhattan donde lo tiene recluido. Lo cierto es que las medidas de seguridad de la policía de Nueva York son extremas, por lo que probablemente tengan algo de razón al suponer el respeto que las autoridades tienen sobre el sinaloense: “Aunque ya estoy en sus manos no les deja de temblar, nomás por sacarme a la corte, los puentes han de cerrar, les sigo quitando el sueño, mi nombre es Joaquín Guzmán”.

“Extraditado”, Conjunto Dinámico (2018)

Finalmente esta canción del grupo Dinámico, cuyos miembros radican en Estados Unidos, donde el narcocorrido tiene fuerte arraigo entre las comunidades latinas, se estrenó el 5 de noviembre, día en que inició el juicio USA vs Joaquín Archibaldo Guzmán Loera.

“Extraditado” demuestra que este género de música popular se rehúsa a morir pese a los vetos y creencias de que contamina a los niños y jóvenes: “Diecisiete son los cargos, los que una corte federal me quiere imputar, con una bolsa de sangre me quieren asustar, se les olvida quien soy, yo soy el Chapo Guzmán”.

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