Indignación por la muerte de una mujer que llamó al 911 para reportar una violación y fue baleada por un policía en EEUU

La muerte de una australiana que había alertado a la policía de una agresión sexual en su vecindario al sur de Minneapolis y que fue baleada precisamente por un oficial sigue dejando secuelas.

Este fin de semana se hizo público el anuncio de la renuncia de la jefa de la Policía de la ciudad, Janee Harteau, cumplimentando el pedido de la propia alcaldesa al haberse perdido la confianza de la población y los funcionarios en su liderazgo.

“He perdido la confianza en la capacidad de la jefa para llevarnos más lejos -declaró la edil Betsy Hodges en un comunicado-. Para que sigamos transformando a la policía y a la confianza de la comunidad en ella, necesitamos de un nuevo liderazgo”.

“Los incidentes recientes no reflejan el entrenamiento y los procedimientos que hemos desarrollado como departamento -anunció por su parte Harteau, dando por concluida su labor de 30 años en ese cuerpo de seguridad-. He decidido que estoy dispuesta a dar un paso al lado y permitir que un par de ojos frescos tomen el liderazgo y vean qué más se puede hacer para que el Departamento de Policía de Minneapolis sea el mejor”.

Mientras el fallecimiento de Justine Damond, una profesora de yoga de 40 años, ha provocado manifestaciones e indignación tanto en la propia ciudad del norte del país, como en Australia, de donde la mujer era originaria, ahora se le suma un enorme cuestionamiento sobre la utilidad de las cámaras que las fuerzas del orden llevan adosadas a su cuerpo.

Tanto ha sido el escándalo, que la propia Hodges calificó de “inaceptable” el hecho de que no existieran imágenes del incidente por el cual los oficiales que se personaron en el lugar tras la llamada de Justine Damond al 911.

Según ha trascendido, después de la muerte de Damond los oficiales implicados sólo fueron aportando gradualmente algunos detalles a la investigación. Tanto los registros policiales como los familiares de Damond dan por hecho que su llamada a emergencias tuvo lugar antes de las 11:30 p.m. para informar sobre lo que ella pensaba que era una posible violación que ocurría cerca de su casa.

Hay constancia de que ella llamó dos veces, primero para dar la información, y luego, unos minutos más tarde, para asegurarse de que los oficiales enviados tuvieran la dirección correcta porque todavía podía oír los gritos de la mujer.

Al llegar el auto policial, la mujer se acercó desarmada y en pijama para aportar más detalles sobre lo que había escuchado, pero en ese momento el oficial Mohamed Noor, aparentemente asustado, abrió fuego desde la ventanilla del lado opuesto al conductor, hiriendo a la mujer, que cayó en el acto y perdió la vida 10 minutos más tarde, de acuerdo con la oficina del Hennepin County Medical Examiner.

La cámara que cada auto policial lleva colocada encima de la pizarra tampoco estaba encendida en el momento del misterioso incidente.

Hasta el momento, el oficial Noor ha declinado hablar con los investigadores asignados al caso, al tiempo que su abogado no ha proporcionado aún una actualización sobre cuándo haría su declaración, si se decide a hacerla.

Lo que se sabe sobre la versión policial ha provenido de su compañero, el oficial Matthew Harrity, quien conducía el vehículo.

Sobre el asunto de las cámaras que nunca estuvieron en funcionamiento, la alcaldesa Hodges declaró que “hemos puesto demasiado tiempo, dinero y esfuerzo en ello para que nos falle cuando más los necesitábamos”, y recordó que era algo que no podía volver a suceder.

“Creo que las acciones en cuestión van en contra de quiénes somos como departamento, de cómo entrenamos y de las expectativas que tenemos con nuestros oficiales”, enfatizó en una conferencia de prensa.

Desde Australia, el primer ministro Malcom Turnbull, calificó el hecho como “una matanza impactante” que consideró “inexplicable”.

“Estamos exigiendo respuestas en nombre de su familia -puntualizó el político en una entrevista a la televisión nacional-, y nuestros corazones se dirigen a su familia y a todos sus amigos y seres queridos”.

“Es un asesinato realmente trágico, trágico…, claramente algo salió trágicamente mal”.