La recompensa a un mendigo que detuvo a un ladrón a las puertas del supermercado

Gallipoli, al sur de Italia, tiene un nuevo héroe local. Se llama Richard y es un nigeriano de 30 años que no dudó en enfrentarse a un ladrón armado -luego se reveló que el arma era de juguete- a las puertas del supermercado que acababa de atracar y en el que él lleva apostado el último año pidiendo limosna. Su valentía ha sido recompensada por el dueño de la cadena, que le ha ofrecido un puesto de trabajo. Ha comenzado hoy mismo.

El ladrón huyó con un botín de 500 euros y fue bloqueado en la entrada por un mendigo que lo retuvo hasta que llegó la policía. (Foto: Getty Images)
El ladrón huyó con un botín de 500 euros y fue bloqueado en la entrada por un mendigo que lo retuvo hasta que llegó la policía. (Foto: Getty Images)

La historia de Richard, africano que se gana unas monedas a las puertas de un supermercado pidiendo limosna y ayudando a quienes así lo requerían a llevar la compra hasta sus casas, es como la de muchos otros que buscan en esta actividad una forma de ganarse unas monedas con las de subsistir. Así ha estado el último año a la entrada de un negocio de Gallipoli, un supermercado de la cadena Sisa.

Conocido por clientes y trabajadores, cuando vio que un ladrón armado y con la cara cubierta salía a toda prisa después de atracar el local, no dudó en echársele encima e impedirle la huida. Le retuvo hasta que la policía llegó y se lo llevó detenido.

Como recompensa a su acción, en la que en ningún momento pensó en su propia seguridad, Mauro Gaetani, propietario de la empresa, ha decidido hacer algo más que agradecerle su gesto dándole un puesto de trabajo en el que, según publica Lecce Prima, ha comenzado hoy mismo.

“El aspecto más bonito de la acción que ha realizado no es tanto el haber defendido con coraje y claridad nuestro negocio, es el hecho de haberlo hecho por algo que no es suyo, pero que psicológicamente es suyo”, ha declarado Gaetani.

El titular del supermercado, ahora jefe de Richard, ha señalado que el que este haya vivido “activamente” la vida de la tienda durante el último año siendo testigo de sus jornadas ha propiciado que sienta el “deber de defender aquello que le era familiar”.

Después de haber estado meses expuesto tanto al fío como al calor en el exterior del supermercado, ayudando a los clientes y estando en contacto estrecho con nuestros dependientes, es el momento justo de darle un trabajo y dignidad”, ha sentenciado Gaetani.

Por ahora trabajará en el almacén y recibirá formación para adaptarse a su nuevo puesto. Y mientras Richard estrena trabajo, el otro protagonista de la historia, el ladrón, ha sido enviado a la prisión de Borgo San Nicola, en Lecce.

El detenido es Cosimo Perruccio, un vecino de la localidad de 54 años, que no es un desconocido para la policía. Tras ser llevado al hospital para realizar el parte médico tras su encontronazo con el héroe de Gallipoli, fue detenido. El botín salvado por Richard fue de 500 euros.