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La razón por la que esta mujer 'decidió' estar 5 años embarazada es una vergüenza para EEUU

Estados Unidos es el único país desarrollado que no ofrece días libres pagados para que madres y padres puedan dedicarse al 100% al nacimiento y cuidado de un hijo o hija, y por ello muchas personas deben optar entre dejar de percibir un ingreso muy necesario para sus familias o dedicarse cabalmente a atender a su bebé.

Una dicotomía que no tendría por qué existir y que varias iniciativas han buscado despejar durante años, sin que hasta ahora se haya logrado establecer en Estados Unidos la licencia familiar pagada, un beneficio que además no sólo podría usarse para tener tiempo pleno para dedicarlo al recién nacido sino, también, en caso de adopción y para atender a un familiar enfermo.

Lauren lleva cinco años embarazada, en espera de reunir suficientes días de vacaciones pagadas para poder dar a luz y tener tiempo para cuidar su hijo, Es un caso de ficción en un video que plantea la urgencia de establecer una licencia familiar pagada en EEUU. (YouTube/National Partnership for Women and Families)
Lauren lleva cinco años embarazada, en espera de reunir suficientes días de vacaciones pagadas para poder dar a luz y tener tiempo para cuidar su hijo, Es un caso de ficción en un video que plantea la urgencia de establecer una licencia familiar pagada en EEUU. (YouTube/National Partnership for Women and Families)

Para ejemplificar la fuerte necesidad de establecer una licencia familiar pagada, la organización National Partnership for Women and Families publicó un video en el que, con singular licencia literaria, se evoca la clase de decisiones que una madre o un padre deben tomar para poder balancear el ingreso y la atención de un bebé por venir.

El video cuenta la historia de Lauren, una mujer que trabaja como asistente en una pequeña firma legal en Denver. Está embarazada, pero ni ella ni su esposo gozan del beneficio de licencia familiar pagada. Por ello, como no puede darse el lujo de dejar de trabajar y quedarse sin ingresos, ha decidido permanecer embarazada hasta que logre acumular los días de vacaciones necesarios para tomar suficiente descanso pagado para atender plenamente a su bebé.

Por ello, Lauren lleva ya 260 semanas, 5 días y 9 horas embarazada, cinco años enteros, y no dará a luz a su hijo hasta que éste tenga seis años. Mientras tanto, con una barriga descomunal, ella debe seguir trabajando y realizando sus tareas cotidianas con creciente pero amorosa dificultad.

Aunque la situación de Laurel es ficticia, la historia toca la llaga del problema de la inexistencia de la licencia familiar pagada a escala federal en EEUU: muchas madres y padres acaban perdiendo ingresos o deben volver anticipadamente o permanecer en el trabajo, lo que merma la atención que pueden dar a su recién nacido. La falta de una licencia familiar pagada, para situaciones como nacimientos o enfermedades, afecta además mucho más severamente a las personas de bajos ingresos.

Así, si mantener a un bebé en el vientre materno durante cinco años parece una locura, el video citado señala que en gran medida la realidad supera a la ficción: lo descabellado es que Estados Unidos sea el único país desarrollado sin una licencia familiar pagada garantizada por ley (algo que, por añadidura, tienen también muchos países en desarrollo). Noruega, por ejemplo, estableció ese derecho en 1909, Alemania en 1911, México en 1917 y gran cantidad de países lo han hecho desde entonces.

Pero no Estados Unidos y eso obliga a que, según datos de la organización A Better Balance, que lucha por los derechos laborales de los estadounidenses, 25% de las madres deban volver al trabajo dentro de las primeras dos semanas después de dar a luz.

¿Qué opciones e iniciativas hay en Estados Unidos al respecto?

Aunque existen estados donde ya se concede parcialmente licencia familiar pagada (California, Nueva York, New Jersey y Rhode Island), ese beneficio solo cubre a un 13% de los trabajadores del sector privado y a escala federal sólo está garantizada una baja temporal de 12 semanas sin derecho a sueldo, establecida en 1993 por la Ley de Licencia Familiar y Médica. Pero incluso esa prestación sólo está disponible para menos del 50% de los trabajadores, de acuerdo a la National Partnership for Women and Families y muchos, aunque tengan derecho a ella, no pueden permitirse tomarla por razones económicas.

Ante ello, numerosas organizaciones han planteado soluciones legislativas, en especial la propuesta llamada Ley del Seguro de Licencia Familiar y Médica, impulsada por la representante federal Rosa DeLauro, de Connecticut, y la senadora por Nueva York, Kristen Gilliband. Esa iniciativa plantea la creación de un fondo nacional, operado por una nueva agencia del gobierno, que pague un máximo de hasta 12 semanas de sueldo al año para que los beneficiarios puedan tomar ese periodo para dedicarlo a atender un nacimiento o a una situación médica grave personal o familiar. Ese beneficio sería pagado por deducciones obligatorias al sueldo de los trabajadores y contribuciones de los empleadores.

Pero aunque esa iniciativa ha recibido el respaldo de cientos de organizaciones del país, no ha progresado en el Congreso. Y parece poco probable que lo haga dada la mayoría republicana en ambas Cámaras, tradicionalmente opuesta a la creación de programas gubernamentales de esta naturaleza.

Por ello, lograr un consenso entre republicanos y demócratas resulta indispensable. De acuerdo a Time, hoy existe la posibilidad de que se logre un avance al respecto dado que la administración de Donald Trump, con el impulso de su hija Ivanka, se ha mostrado receptiva en el tema de la licencia familiar pagada.

Así, la propuesta presupuestal que Trump envió al Congreso incluye el financiamiento de un esquema de licencia familiar pagada que tendría un costo de 20.000 millones de dólares en un periodo de 10 años. Si prosperará o no esa iniciativa está aún en la incertidumbre.

Ivanka Trump se reunió hace unos días con Marco Rubio y otros senadores para hablar sobre el tema de una licencia familiar pagada y apoyo para el cuidado infantil. (AP)
Ivanka Trump se reunió hace unos días con Marco Rubio y otros senadores para hablar sobre el tema de una licencia familiar pagada y apoyo para el cuidado infantil. (AP)

En paralelo, desde el año pasado, señala Time, expertos del American Enterprise Institute y de Brookings Institution que han trabajado en gobiernos de ambos partidos han discutido las posibilidades de un sistema de licencia familiar pagada, y aunque hay divergencias sobre el alcance y monto de su cobertura, quién tendría derecho a ello y cómo se financiaría se trata de un paso promisorio, máxime considerando que de acuerdo a una encuesta de Fortune y Morning Consult levantada en 2016, el 74% de los votantes registrados en Estados Unidos avala que se ofrezca una licencia familiar pagada a las madres y padres.

Y apenas el pasado 20 de junio, Ivanka Trump se reunió con legisladores republicanos (entre ellos los senadores Marco Rubio y Debra Fischer) para realizar un primer acercamiento en los temas de la licencia familiar pagada y la asistencia para cuidado infantil.

Pero todo se encuentra en una etapa preliminar y no hay claridad sobre el futuro legislativo de esas iniciativas, que históricamente han carecido de aval republicano.

Y si se considera que el Congreso se encuentra actualmente atorado y dividido (incluso la bancada republicana) por una compleja y desgastante negociación para reformar la actual ley de salud, no es previsible que se den avances en otros temas hasta que ese asunto y, luego, el del presupuesto y la deuda pública (también muy complicados) sean atendidos por los legisladores.

En tanto, las opciones se circunscriben a lo que las empresas voluntariamente decidan ofrecer a sus trabajadores (las grandes compañías del sector tecnológico se han mostrado generosas al respecto) y a los consensos, aún inciertos, que se logren a escala legislativa. En ese sentido, el panel del American Enterprise Institute y Brookings Institution planteó una opción de compromiso para un programa de licencia familiar pagada: hasta 70% de sueldo con un máximo de 600 dólares a la semana hasta por ocho semanas, pagado en parte por deducciones de nómina y recortes de gasto en otras áreas (para que sea presupuestalmente neutral) y con requisitos estrictos para padres y madres que tendrán un bebé o adoptarán un hijo.

Aunque un compromiso, en realidad a ninguna de las partes que lo plantearon, un grupo de conservadores y liberales, les agrada del todo. A unos quizá por ser demasiado restringido en los beneficios y otros por considerar que da demasiado.

Quizá Lauren tenga que seguir embarazada hasta 2018, 2020 o más allá, en espera no solo de tener días de vacaciones suficientes para lanzarse al alumbramiento sino de que en Washington confluyan una Casa Blanca y un Congreso decididos a establecer la licencia familiar pagada en Estados Unidos.

Sigue a Jesús Del Toro en Twitter: @JesusDelToro