La presidenta argentina, madrina de la hija de una pareja gay

Por Juan Bustamante CÓRDOBA Argentina (Reuters) - La presidenta de Argentina se convirtió en la madrina de la hija de un matrimonio de mujeres que fue bautizada el sábado en una iglesia católica, un acto prácticamente inédito para la institución que históricamente se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo. Argentina aprobó en el 2010 una ley que permite a las parejas gay casarse y adoptar niños, una medida que en su momento ofreció resistencia por parte del Catolicismo - la religión oficial del país - e incluso por el actual Papa, un argentino que por entonces ocupaba el cargo de arzobispo de Buenos Aires. "Nosotras estamos muy felices de que la presidenta haya aceptado ser la madrina de nuestra hija, es para nosotros un orgullo", dijo a Reuters Carina Villaroel respecto a Uma, la niña que su pareja Soledad Ortiz dio a luz hace 2 meses y medio. La excepcionalidad del hecho llevó a la mandataria Cristina Fernández - en el poder desde el 2007 - a adoptar simbólicamente el rol de madrina, por lo que envió a una delegada suya a la ceremonia que se celebró el sábado en la catedral de Córdoba, la segunda ciudad más grande de Argentina, a unos 700 kilómetros al noroeste de Buenos Aires. Villaroel, la madre no gestante de Uma, es una exagente de policía que retiró recientemente del cuerpo tras solicitar una baja por maternidad que no fue reconocida como tal por la institución provincial. Desde su llegada al trono de la Iglesia católica el año pasado, el papa Francisco - nacido con el nombre de Jorge Bergoglio - se ha propuesto flexibilizar la conservadora tradición católica, que prohíbe bautizar a niños concebidos fuera del matrimonio entre un hombre y una mujer, aunque oficialmente no ha habido cambios en las posturas del Vaticano. "Uno piensa que él (el Papa) tiene un gran respeto por las disposiciones de los episcopados y de los obispos, y en este caso si a nuestro señor Arzobispo, Monseñor (Carlos) Ñáñez, le ha parecido bien, él no se va a oponer", consideró en una entrevista con Reuters Carlos Varas, el sacerdote que celebró el bautismo. En momentos en los que el catolicismo pierde terreno frente a otros cultos, principalmente variantes del protestantismo, el pontífice busca atraer a sectores históricamente rechazados por la Iglesia. En este marco, ha afirmado que el bautismo - el rito de iniciación a la religión cristiana - no debe ser negado a nadie. "El padre Varas nos dijo que estaba esperando un matrimonio así, homoparental, y justo se dio que veníamos nosotras y nos aceptó, y realmente se dio este cambio social, que el catolicismo haya dicho que sí a bautizar a una niña de familia lesbiana", dijo Villaroel. No estaba claro si el Vaticano había dado su autorización para el bautismo de la niña. (Información de Maximiliano Rizzi. Edición de María Vega Paúl)