La policía de Malasia revela terribles secretos de los campamentos clandestinos

Por Praveen Menon y Andrew R.C. Marshall WANG KELIAN, Malasia, 26 mayo (Reuters) - Equipos forenses de la policía de Malasia, cavando con azadas y palas, comenzaron el martes a sacar los restos de decenas de posibles víctimas de traficantes de personas, tras el descubrimiento de tumbas poco profundas en un campamento en la selva cercana a la frontera con Tailandia. El gobierno dijo que estaba investigando si empleados forestales locales estuvieron involucrados con los grupos de tráfico de personas, que son los presuntos responsables de las cerca de 140 tumbas descubiertas alrededor de campamentos clandestinos en el noroeste del país. El martes las autoridades llevaron a un grupo de periodistas a uno de los campamentos, ubicado en un barranco en la espesa selva, a través de un pronunciado sendero, un camino muy desgastado a una hora a pie desde la carretera más cercana. Aparentemente abandonado a toda prisa, lo que quedaba del campamento era poco más que una maraña de bambú y tela impermeable, pero un oficial de la policía, que no quiso ser identificado, dijo que podría haber servido hasta a 400 personas. El primer cuerpo fue trasladado el martes por la tarde, dijo un testigo de Reuters. Muhammad Bahar, de la policía estatal de Perlis, dijo que no podía confirmar el estado del cuerpo o cuánto tiempo había estado allí, pero agregó que la tumba podría contener más cuerpos. La policía de Malasia cree que al menos dos de los campamentos selváticos donde se encontraron 139 tumbas de presuntas víctimas de la trata de personas fueron abandonados en las últimas dos o tres semanas, en torno al período en que Tailandia inició una ofensiva contra los traficantes. El primer cuerpo removido del lugar falleció en torno a ese marco temporal y podría haber quedado insepulto cuando los traficantes huyeron a toda prisa de la zona cercana a la frontera con Tailandia, dijo el jefe de la policía local. El macabro hallazgo viene tras el descubrimiento de fosas poco profundas en el lado tailandés de la frontera a principios de mayo, lo que desencadenó una crisis regional. El descubrimiento condujo a una ofensiva contra los campamentos por parte de las autoridades tailandesas, después de lo cual los traficantes abandonaron a miles de inmigrantes en embarcaciones sobrecargadas en la Bahía de Bengala y el mar de Andamán. Las densas selvas del sur de Tailandia y el norte de Malasia han sido un importante punto de parada para los contrabandistas que llevan personas en barco hacia el sudeste de Asia desde Myanmar, la mayoría de ellos musulmanes rohingya que dicen que están huyendo de la persecución, y Bangladesh.