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La policía se coló en su chat para impedir una escalada de violencia

En Holanda el cuerpo policial cuenta con una división especializada en adolescentes que tiene la capacidad de acceder a las redes sociales e, incuso, puede intervenir directamente chats de Whatsapp. Esto es lo que ocurrió hace unos días cuando un grupo de jóvenes de la región holandesa de Zeeland estaba manteniendo una conversación en esta red social para quedar con fines violentos y recibieron un curioso mensaje.

“Hemos tomado nota del contenido de este grupo. Con la provocación y la incitación a la violencia (citándose para pelear) ustedes están cruzando un límite. Esto es punible y como Policía no lo toleraremos. Todos los datos y conversaciones de este grupo se han guardado”, avisaba el texto.

Se les dijo que si en 24 horas no dejaban ese grupo “podían esperar una visita de la Policía”. Se les avisó también de que no crearan otro grupo para conseguir terminar lo que habían empezado porque podrían ser denunciados.

Dos de los participantes en el chat siguieron enviando mensajes que incitaban a la violencia. Los agentes tomaron sus datos y enviaron un informe a las oficinas de Halt, una rama del Ministerio de Justicia que se encarga de delitos menores cometidos por adolescentes.

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Terug van vakantie!!! Start met een opcodienst. #jeugdagenten #instacops

Una publicación compartida de Jeugdagent Walcheren (@jeugdagentwalcheren) el 21 Ago, 2018 a las 1:17 PDT

Tuvieron conocimiento del grupo de WhatsApp gracias un “jeugdagent” (agente de la juventud) especializado en adolescentes que escuchó que en cierto grupo de Whatsapp estaban convocando las peleas. El agente consiguió ponerse en contacto con los administradores del grupo y les pidió acceso para poder escribir la nota preventiva.

La policía se infiltró en un chat juvenil en el que se incitaba a la violencia. Los chicos quedaban para pegarse.
La policía se infiltró en un chat juvenil en el que se incitaba a la violencia. Los chicos quedaban para pegarse.

Desde la Policía de Zeeland explican que el trabajo diario de este grupo especial es vigilar el comportamiento de los adolescentes en redes sociales pero que no es tan habitual que lleguen a escribir en un chat. Los agentes de la juventud son policías comunes que han recibido formación específica para tratar cuestiones relacionadas con jóvenes de entre 12 y 23 años para evitar el acoso virtual, las agresiones físicas, etc.

Muchos tienen cuentas en redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter, donde interactúan con los jóvenes. De esta manera, están en contacto directo con los jóvenes. Otra medida de las autoridades fue abrir la página web Vraaghetdepolitie.nl (Pregúntaselo a la policía) La web abre dos días a la semana un chat en el que los jóvenes conversan de forma anónima con los agentes para plantearles sus dudas o pedirles consejos.

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