'La paz ha hecho a Colombia mucho más grande'

Por: Carolina Lancheros Ruiz /Especial para Yahoo

San Vicente del Caguán es un pueblo que pocos colombianos conocen pero del que muchos han oído hablar. Entre 2008 y 2002 fue epicentro de unas conversaciones frustradas entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc y su zona rural fue durante años una de las bases de la Teófilo Forero, una columna a la que se le atribuyen atentados con explosivos y secuestros que afectaron con fuerza la confianza y la moral de los colombianos durante los años más duros del conflicto armado en Colombia.

Un charco como el del Poira es una piscina natural que tiene al menos 4 metros de profundidad/Foto: Juan Uribe
Un charco como el del Poira es una piscina natural que tiene al menos 4 metros de profundidad/Foto: Juan Uribe

Juan Uribe , periodista de viajes viajó en febrero pasado hasta ese territorio donde encontró lo que hasta hace poco eran paisajes desconocidos incluso por los propios habitantes. La gente tenía miedo de salir, pero tras la firma de los Acuerdos de Paz de La Habana a finales de 2016 las posibilidades empezaron a cambiar. El taxista que lo transportó entre el pueblo y las cascadas y piscinas naturales ahora hace, por lo menos, dos viajes como ese al mes.

Y Satena, la aerolínea estatal, abrió una ruta entre Bogotá y San Vicente del Caguán (Caquetá) , que opera los martes y los sábados, y que ha empezado a dinamizar el desarrollo y el turismo en esa región lechera, en un claro ejemplo de los cambios que el fin del conflicto con la que fuera la guerrilla más antigua de Latinoamérica ha traído para el país.

Los colores amarillos, anaranjados y rojos los produce la luz al penetrar en las aguas selváticas del río Atabapo./Foto: Juan Uribe
Los colores amarillos, anaranjados y rojos los produce la luz al penetrar en las aguas selváticas del río Atabapo./Foto: Juan Uribe

Por eso, Uribe afirma que la paz ha funcionado. “ Es conmovedor ver cómo nosotros mismos empezamos a conocer lo que tenemos ”, señala. O, como lo explica Toya Viudes, bloguera de viajes española radicada en Colombia hace siete años “después de los Acuerdos, Colombia se hizo mucho más grande”. Y eso, la ha hecho mucho más atractiva para los turistas. “ Aquí hay mucho por descubrir, mientras que en los países vecinos ya todo está visto”, señala.

Eso se nota en el incremento de visitantes al país. De acuerdo con datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT) mientras que en el mundo el crecimiento de esta área entre 2005 y 2016 fue de 3,9% en promedio, en Colombia fue de 12,2%. Y según cifras oficiales colombianas, en 2017 aumentó en 27% el número de visitas al país.

Según esos datos, el año pasado llegaron a Colombia más de seis millones de personas, y aunque muchas de esas pueden ser las llegadas transfronterizas (principalmente de Venezuela) , no se puede negar la explosión turística que vive el país suramericano . “De eso no hay duda, es obvio”, señala Toya Viudes , a quien con frecuencia le llegan por sus redes sociales inquietudes de turistas extranjeros que preguntan por la seguridad y las condiciones del país y que, así como Juan Uribe , ha evidenciado la afluencia de extranjeros en los territorios nacionales.

Varias especies de monos se desplazan entre los árboles mientras los observadores de aves caminan por el bosque en el Caguán. Foto; Juan Uribe
Varias especies de monos se desplazan entre los árboles mientras los observadores de aves caminan por el bosque en el Caguán. Foto; Juan Uribe

Eso también se hace evidente en los dividendos económicos. Reportes del Banco de la República de Colombia señalan que el turismo se situó en 2017 como el segundo generador de divisas , superado incluso los ingresos por productos como el café, las flores y el banano . Ese, para Uribe , es un mejor indicador que la cantidad de visitas. Sobre todo, porque ese turismo masivo es un arma de doble filo: si por un lado está la exposición del país y de sus bellezas naturales , por el otro está el riesgo de destrucción y explotación irracional de esos destinos.

“ El turismo debe beneficiar a las comunidades . De lo contrario, si es ese turismo depredador que solo deja basura y no aporta nada, es mejor que no se haga”, señala el viajero. Al respecto, Viudes sugiere que Colombia busque un equilibrio entre “ proteger y disfrutar ” para pasar de la permisividad en algunos destinos, a la excesiva prohibición en otros. Además, recomienda que Colombia promueva tanto su gente, “que es lo mejor que tiene” , como su naturaleza y su riqueza natural porque “sé que no hay lugares así en ningún otro país del mundo” .

Y que eso lo diga una extranjera es, para los colombianos, motivo de orgullo , pero también un golpe de humildad. “Son los extranjeros los que nos están enseñando a viajar en nuestro territorio” , dice Juan Uribe. Y claro, es que “por el conflicto no habéis podido viajar por vuestro país antes. Así que el momento implica aprendizaje”, señala al respecto Toya .

Por eso, ambos resaltan la necesidad de un decidido compromiso estatal para hacer turismo sostenible con políticas claras que protejan tanto la diversidad natural, como la cultural. Y Uribe le agrega un llamado a cambiar la mirada y reconocer que Colombia tiene mucho para ofrecer.

Estrategia de Turismo y Paz

El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia tiene una estrategia para reactivar social y económicamente a 100 municipios en 26 de los 32 departamentos del país. El propósito es desarrollar esos territorios para el turismo, a través de la construcción de tejido social y la generación de cadenas de valor y mejora en la calidad de vida para las comunidades anfitrionas. El fundamento de la estrategia es la sostenibilidad.

Un caso piloto que se lleva a cabo en Antioquia fue considerado recientemente como ejemplo de buenas prácticas y fue incluido en una compilación de la Organización Mundial del Turismo (OMT) y la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la relación del turismo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).