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¿La participación de los pacientes podría reducir el uso de antibióticos?

Por Kathryn Doyle (Reuters Health) - Cuando los pacientes y los médicos comparten la decisión de cómo tratar las infecciones respiratorias, se recetan menos antibióticos, y eso es positivo, según demuestra un nuevo estudio. La indicación excesiva de esos fármacos para enfermedades que no los necesitan expone a las bacterias a esos productos y acelera las mutaciones que le confieren resistencia. Esto reduce la efectividad de los antibióticos. La Organización Mundial de la Salud acaba de dar a conocer una encuesta en la que más de la mitad de los entrevistados pensaba, equivocadamente, que los antibióticos sirven para tratar los resfríos y la gripe. Los médicos perciben que los pacientes "quieren" que les receten esos medicamentos o tienen el hábito de hacerlo, aunque no den resultado, según comentó la autora principal, Tammy C. Hoffmann, del Centro para la Investigación de la Práctica Basada en la Evidencia (CREBP, por su nombre en inglés) de la Universidad Bond, Australia. Dijo que los médicos de atención primaria serían los que menos ven los efectos negativos de la resistencia a los antibióticos porque la mayoría de las 25.000 muertes de estadounidenses de 2014 por resistencia a los antibióticos ocurrió en los hospitales, no en los consultorios de atención primaria. De acuerdo con los resultados de su revisión, cuando los pacientes y los médicos conversan sobre el uso de los antibióticos, se recetan menos productos. "Lo bueno es que este es una de las primeras revisiones sobre las intervenciones en la toma de decisión que muestra dar un buen resultado clínico (la reducción del uso de los antibióticos sin dañar la satisfacción de los pacientes)", indicó Hoffman por e-mail. La nueva revisión incluye 10 estudios aleatorizados sobre más de 1.000 médicos de atención primaria y cientos de miles de pacientes de Reino Unido y Europa. Los autores originales habían evaluado intervenciones para alentar el diálogo entre los médicos y los pacientes sobre la decisión de recetar antibióticos. En seis semanas, la prescripción de esos fármacos para tratar infecciones respiratorias agudas se redujo más en los grupos que habían recibido entrenamiento e información que en los grupos control (sin intervenciones). En ocho estudios revisados, casi la mitad de los pacientes de los grupos control había obtenido una receta para comprar antibióticos, comparado con el 29 por ciento de los grupos que habían compartido las decisiones clínicas, según publica el equipo en Cochrane Library. "Compartir las decisiones significa analizar las opciones, el curso natural de la enfermedad (es decir, que estas infecciones desaparecen sin tratamiento, de modo que no tomar antibióticos es una opción que hay que analizar)", dijo Hoffman. El doctor Ralph Gonzales, investigador especializado en prácticas de prescripción de antibióticos de la Facultad de Medicina de UCSF, expresó: "Mi reacción ante este asunto es que la decisión de utilizar un fármaco con un efecto tan importante en la salud pública por la resistencia microbiana que induce no es necesariamente ideal para compartir". Los daños de la prescripción excesiva de antibióticos afectan a la población más que al individuo. "Los pacientes no deberían tomar decisiones sobre los tratamientos con efectos sociales y sanitarios de envergadura, sin beneficio individual", sostuvo Gonzales. FUENTE: Cochrane Library, online 11 de noviembre del 2015.