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La mujer atacada con ácido que va a desfilar en la New York Fashion Week

La vida de Reshma Banoo Qureshi se paró momentáneamente en 2014, cuando ella todavía era una adolescente de 17 años que estaba a punto de hacerse mayor de edad. Ese día funesto, el marido de su hermana la roció con ácido la cara, haciéndola perder un ojo y provocándole graves quemaduras en su rostro. Pero ella no se rindió y fue capaz de superar la vergüenza y el dolor por la traumática experiencia que acababa de sufrir.

Dos años después está a punto de desfilar en la New York Fashion Week (la semana de la moda de Nueva York) como parte de una campaña para concienciar sobre la violencia contra las mujeres. Reshma se ha convertido en un icono, mostrando que es necesario alzar la voz contra estas barbaridades.

Reshma maquillándose (Make Love Not Scars).

Esta muchacha, que ahora tiene 19 años, era una estudiante de comercio que tuvo la mala fortuna de que el exmarido de su hermana Gulshan se cruzó en su camino. La familia cree que fue la popularidad y la belleza de la joven lo que motivó el ataque, pero los motivos verdaderos solo los sabe el atacante.

Lo cierto es que los primeros meses Reshma tuvo que acostumbrarse a una cara que le daba “mucho miedo”, apartada de su mundo, incapaz de socializar con sus amigos o salir de su pequeña casa de Mumbai.

Pero poco a poco fue recobrando la confianza y se dio cuenta que podía hacer mucho por otras mujeres en su misma situación. Ayudarlas a superar el trauma y conseguir que no solo no se avergonzasen de su aspecto, sino que pudiesen presumir de él. Y lo hizo a través de dos plataformas.

Por un lado, con su blog personal, en el que ofrece consejos de belleza con pequeños vídeos y habla sobre cómo el ácido arruina la vida a muchas mujeres. Con esta labor es capaz de empoderar a otras en su misma situación y además concienciar sobre este tipo de ataques, tan comunes en la India.

Por el otro, como cara visible de la ONG Make Love Not Scars (Haz el amor y no cicatrices) que busca apoyar a las mujeres que han sufrido ataques con ácido y ayudarlas a recuperar su vida. También presionar a las autoridades para que pongan restricciones a la venta de estos líquidos corrosivos.

Y es que la historia de Reshma no es un hecho aislado. En el país son comunes los ataques con ácido contra las mujeres como forma de venganza ante disputas familiares, sexismo o misoginia. De hecho, en el año 2014 hubo 304 ataques de este tipo.

Y la protección que sufren las mujeres es prácticamente nula. En muchas ocasiones ni siquiera llega el dinero del Gobierno como compensación (unos 3.500 euros), pese a que los tribunales han establecido que las víctimas deben ser recompensadas.

Ahora en Nueva York esta mujer va a tener la oportunidad de mostrar su caso al mundo y sobre todo mandar dos mensajes: uno de esperanza para las mujeres en la misma situación que ella; y el otro de indignación porque ocurran este tipo de cosas. Tiene un altavoz perfecto para lograr concienciar contras los peligros del ácido.

Javier Taeño (@javiertaeno)